El treinta de octubre de 1983 los argentinos ganamos la democracia definitivamente. Hacerlo significaba construir un nuevo régimen, donde nuestra Constitución Nacional se alzara como la Constitución de la libertad y la igualdad efectivas.
Significó emocionarnos ante la posibilidad de que “todos” se transformara en una palabra de construcción; que se transformara en ese “nosotros” indispensable para construir un país con plena vigencia de su ciudadanía.
Ayer nomás el pueblo misionero volvió a poner de manifiesto el inquebrantable espíritu de aquel 30 de octubre que hoy conmemoramos. En Misiones, como en el país en 1983, el pueblo le dijo sí a la alternancia, al disenso, al pluralismo y los límites al poder.
Por eso, en este nuevo 30 de octubre y a 23 años de la recuperación democrática, todos deberíamos reflexionar sobre el modelo de democracia que queremos y sostener con fuerza las banderas republicanas que la sustentan volviéndola perdurable.