Tomándose atribuciones que no le corresponden la Cámara de Comercio de Rio Grande le ha impuesto a los feriantes que vendían sus productos en el gimnasio del Colegio Don Bosco, que solo pueden trabajar los dos fines de semana previos a fin de mes. El conflicto se da por la firma de un acuerdo entre la Cámara de Comercio y el Colegio Don Bosco para que este ultimo no le alquile el gimnasio a los feriantes, una actitud absolutamente repudiable.
Así lo informó esta tarde la referente de los feriantes en nuestra ciudad, Claudia Melo, y agregó que no podrán utilizar el predio todos los sábados y domingos como se venia haciendo, solo podemos usar el gimnasio el domingo».
Melo también remarcó que «la Cámara de Comercio se esta atribuyendo un poder que no le corresponde viniendo a decirnos, ustedes van a trabajar solo a fin de mes o cuando los comercios adheridos a la cámara están cerrados, lo que tampoco es atribución de la entidad, aunque todavía no se le ha notificado formalmente, pero es lo que viene pasando con el resto de las organizaciones que los fines de semana, ni a fin de mes han podido trabajar».
La feriante sostuvo que el dialogo nunca está cerrado, se esta en una instancia de dialogo para lograr un equilibrio y estamos buscando tener un instrumento legal que ampare a todos los emprendedores, a los feriantes y artesanos porque entendemos que, hoy es la Cámara de Comercio pero quizá dentro un tiempo aparezca otra organización o alguien mas a querer avasallar esta forma que tenemos los emprendedores de comercializar sus productos. Para eso estamos trabajando en la búsqueda de instrumentos legales y lo que sea necesario», puntualizó.
Consultada sobre la cantidad de personas que se ven perjudicadas por esta actitud de la Cámara de Comercio, Melo dijo textualmente que » se esta hablando de alrededor de 500 o 600 familias porque cada organización tiene su grupo diferenciado de expositores o feriantes. La feria que hacemos nosotros en el Mercado Central son 140 familias que están en actividad y después tenemos una lista de espera que está entre 60 o 70 familias».
En la Mega Feria otras 150 o 160 familias , en medio hay 50 familias que solo vienen a la expo, agregó, pero hay otras ferias que trabajan en otros clubes como el O´Higgins, club social y como si esto fuera poco también hay familias que venden en casas particulares.
Esta presión y hostigamiento viene de hace meses aun cuando los precios de un mismo producto son mucho mas baratos que en los comercios, donde por ejemplo el precio de una campera triplica el costo de una adquirida en la feria.
