El economista consideró que el nuevo acuerdo “se conforma con las condiciones mínimas para no caer al abismo”, pero “no contribuirá a encaminar al país para salir de décadas de inestabilidad y estancamiento”, subrayó Werner,
En tanto, el actual director del Instituto de las Américas de la Universidad de Georgetown, explicó que “la probabilidad de que el programa se descarrile es alta y generará riesgo moral ya que otros países exigirán un trato similar en sus compromisos con la multilateral”.
“Parece que, al final, el FMI decidió no convertirse en el odioso cobrador que castiga a Argentina por no poder pagar su deuda, ni en el ogro que impone la dura medicina”, agregó.
“Al aceptar este acuerdo muy débil bajo la lógica de lograr el ‘programa posible’ y no el ‘programa correcto’, el FMI está poniendo su reputación en juego detrás de la agenda económica de las autoridades mientras espera el programa 24 con Argentina”, cerró Werner.
Fuente: Aambito
