¿A quién afectó más la crisis?
Estructuralmente, en Argentina la pobreza afecta en mayor medida a los niños (menores de 14 años). Lamentablemente, la recesión de 2018 impactó de lleno en este grupo etario. Durante el segundo semestre de 2018 el 46,8% de los niños en Argentina eran pobres y el atraso del poder de compra de la Asignación Universal por Hijo (AUH) no hizo más complejizar esta situación. Si bien la incidencia de la pobreza y la indigencia es menor, los adultos mayores (más de 65 años) también sufrieron las consecuencias del deterioro económico: ya que los aumentos de los haberes previsionales perdieron por varias cabezas frente a la inflación (situación similar a la observada en la AUH). Por su parte, los adultos (quienes típicamente cuentan con empleos más estables) fueron los menos golpeados.
¿Qué expectativas hay de cara a 2019?
Lamentablemente, las perspectivas para este año en materia de indicadores socio-económicos no son buenas: el nivel de actividad se contraerá en 2019; no esperamos que haya creación de empleo ni un aumento de salario real significativos durante buena parte del año, y las jubilaciones mejorarán en términos reales mayormente en la segunda mitad del año. El reciente ajuste de la AUH (46% en marzo) ayudará, pero solo para contener la situación (especialmente la indigencia). En este marco es probable que no haya mejoras significativas entre 2016 y 2019.
A comienzos de 2016 el actual presidente manifestó el deseo de que su gobierno sea juzgado por si pudo o no reducir el flagelo de la pobreza y la indigencia. Más allá de las causas, el resultado no fue positivo.
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