De acuerdo con registros de Flightradar24, la aeronave despegó el 17 de septiembre de 2025 desde Santiago de Chile (SCL) con destino a Monte Agradable (MPN), completando un vuelo de cinco horas. Dos días antes, el 15 de septiembre, el mismo aparato había realizado la ruta inversa entre Malvinas y Santiago. Además, en fechas previas (14 de septiembre) el avión utilizó Montevideo (MVD) como punto de tránsito logístico, en vuelos directos desde y hacia Monte Agradable.

Estos movimientos se enmarcan en la política de proyección sostenida del Reino Unido en el Atlántico Sur, donde Londres mantiene un dispositivo militar permanente pese a las resoluciones de Naciones Unidas que instan a resolver la disputa de soberanía con la Argentina.
Militarización británica en el Atlántico Sur
La presencia de aeronaves A400M en la región no es aislada. Se suma a una serie de maniobras recientes de la RAF en Malvinas, incluyendo el mayor lanzamiento de carga aérea de los últimos años, en el marco del ejercicio “Cabo Kukri III”, con participación del Regimiento de Fusileros Gurkhas. Este tipo de operaciones combina entrenamiento táctico con refuerzo logístico, consolidando la infraestructura militar británica en el archipiélago.

Desde la base militar en las Islas, el Reino Unido articula un sistema de defensa que integra cazas Eurofighter Typhoon, patrulleros navales como el HMS Forth, defensas antiaéreas y tropas rotativas. La presencia de los Gurkhas, históricamente asociados a operaciones en territorios ocupados, agrega un componente simbólico y estratégico que refuerza el control británico.
Escalas en Chile y Uruguay: la red logística británica
El uso recurrente de aeropuertos en Santiago y Montevideo confirma el rol de ambos países como nodos logísticos en la red de despliegue británica. En el caso de Chile, la ciudad de Punta Arenas ya se consolidó como plataforma hacia la Antártida, con vuelos regulares del A400M y escalas de buques como el HMS Protector. Uruguay, por su parte, ha servido como escala técnica para aeronaves y patrulleros, bajo una política de discreta cooperación con Londres que no rompe su postura oficial de neutralidad.

Este patrón refleja la estrategia británica de acumulación de hechos consumados: sin necesidad de bases permanentes fuera de Malvinas, Londres garantiza acceso seguro a puertos y aeropuertos regionales, lo que refuerza su capacidad de proyección hacia el Atlántico Sur y la Antártida.
Fuente:escenario Mundial