«Me hizo renunciar a mi trabajo y un mes después me dijo: ‘Vivi, ya vas a entrar como directora de PAMI, me tenés que dar un millón de pesos de retorno’», declaró Aguirre. Además, reveló que los pedidos de retornos eran un mecanismo extendido, que oscilaban «del 5% en adelante según el sueldo» y se acompañaban de solicitudes para firmar papeles con contenido ilegal.
La denuncia de Aguirre se suma a una serie de irregularidades que envuelven a la gestión libertaria en el PAMI. En las últimas semanas, salieron a la luz diversos casos de designaciones políticas dentro del organismo, con militantes, candidatos provinciales y personas allegadas al oficialismo ocupando cargos estratégicos, sin respetar criterios técnicos ni administrativos.
En paralelo, la propia conducción del PAMI reconoció la existencia de “mafias internas” y anunció una auditoría interna para desarticular “privilegios heredados” y prácticas irregulares. En un comunicado, el organismo admitió que había detectado un “uso llamativamente elevado de las vías de excepción” para la entrega de insumos, medicamentos y tratamientos, lo cual habría permitido eludir licitaciones y abrir la puerta a posibles desvíos de fondos públicos.
Aguirre, quien asegura haber invertido más de $15 millones en la campaña electoral de LLA junto al médico Raúl Simoneto, expresó su desilusión con el rumbo del partido: “En mi caso, creí que Javier Milei iba realmente a cambiar el país. Era la primera vez que me metía en política”.
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