Según la consultora INVECQ: Crece el superávit comercial

Rio Grande 21/12/2024.- Con exportaciones e importaciones que alcanzaron los US$6.479 M y US$5.245 M, la balanza comercial de bienes fue superavitaria por US$1.234 M en noviembre, acumulando un saldo positivo de US$17.371 M en el año.

Las ventas al exterior aumentaron 31,6% i.a. en valor, dado el incremento de 35,5% en las cantidades y la retracción de 2,8% en sus precios. En su interior, casi todos los rubros crecieron versus noviembre 2023 -la excepción fue combustibles y energía, por las menores cotizaciones-, destacándose productos primarios (56,9%) y manufacturas de origen agropecuario (55,1%) -guarismos que se explican por la sequía de 2023-. Asimismo, cabe señalar que los volúmenes exportados acumulan once meses consecutivos de subas (25,5% acumulado); y, si bien juega a favor la baja base de comparación del agro, todas las divisiones muestran variaciones positivas. De hecho, tomando un promedio móvil de seis meses, el total se sitúa en línea con los últimos picos de 2021 y 2019.

Por su parte, las importaciones cayeron 4,3% i.a., en gran medida por los menores precios (-3,9%), ya que las cantidades permanecieron prácticamente constantes (-0,2%). De esta manera, retomaron su camino descendente (solo crecieron durante octubre); aunque, si se excluye combustibles y lubricantes, crecieron 0,6% i.a. En el acumulado, las compras externas se redujeron un 20,2%principalmente por la fuerte caída en las cantidades (-17,1%). Esta dinámica se explica por i) su encarecimiento tras la devaluación y suba del impuesto PAIS, ii) la fuerte recesión, y iii) la sobreimportación de algunos bienes en 2023, dado el atraso cambiario.

De cara a 2025 se espera un abultado superávit comercial de bienes -base devengado-, aunque menor al de 2024. Por un lado, las importaciones crecerían, dada i) la recuperación económica, ii) el abaratamiento del dólar oficial, iii) la eliminación del impuesto PAIS, y iv) la normalización en su pago. Por su parte, las exportaciones también aumentarían, pero en una magnitud mucho menor; en particular, por la notable caída del precio de los commodities agrícolas (ej.: la cotización de la soja pasó de US$520/tn en 2023, a US$450 en enero 2024 y US$350 recientemente). Si se utilizan los últimos futuros y las proyecciones de las Bolsas de Comercio para el área sembrada, la producción de maíz, soja y trigo de la campaña 2024/25 podría ser US$4.500 M menor a la de 2023/24.

Por último, a nivel micro, la combinación entre precios internacionales más bajos y apreciación cambiaria deriva en que, hoy en día, el poder de compra interno de la soja está en valores mínimos históricos, 40% inferiores al promedio 2018-2023, y solo comparables con los de fines de 2015 y 1999-2001 -ver gráfico-. Desde un punto de vista estrictamente sectorial, pocas veces fue tan necesario como ahora eliminar los derechos de exportación.

 

Finanzas y mercados

La FED recortó su tasa de política monetaria en 0,25 p.p. y quedó definida en el rango 4,25%-4,50%, tal como esperaba el mercado. Este fue el tercer recorte que hizo en el año, después de las bajas de 0,5 p.p. en septiembre y 0,25 p.p. en noviembre. A su vez, se corrigió al alza la proyección para 2025, desde 3,4% a 3,9%, anticipando que sólo habrá espacio para dos recortes en el año -anteriormente se proyectaban cuatro-. Esto implica que la Reserva Federal ralentizará su proceso de reducción de tasas,en línea con lo que esperado (ver NEF).

También se revisaron al alza las proyecciones de inflación con respecto a las publicadas en la reunión de septiembre (2,8% la núcleo vs. 2,6% para 2024; 2,5% vs. 2,2% para 2025), y las de crecimiento del PBI (quedaron en 2,5% para este año y 2,1% para el próximo). La contracara fue una reducción en el pronóstico de la tasa de desempleo, que se ajustó desde 4,4% hasta 4,2% para 2024 y desde 4,4% hasta 4,3% para 2025.

Por otro lado, hoy se conocieron los datos de Gasto en Consumo Personal (PCE, por sus siglas en inglés) correspondientes al mes de noviembre: 2,4% fue la suba interanual para el índice general, y 2,8% en el caso de la medición núcleo. Si bien las variaciones estuvieron por debajo de lo que esperaba el mercado, sigue preocupando que la inflación continue en niveles altos, reforzando la idea de que será necesaria una política menos flexible para el 2025.

¿Qué efectos puede tener esto para las economías emergentes? El sostenimiento de tasas altas por más tiempo fortalece el dólar en detrimento de las monedas emergentes y debilita el precio de los commodities.En efecto, el dollar index creció 1,1% el día del anuncio y alcanzó el nivel más alto después del máximo de noviembre de 2022, mientras que los rendimientos del bono del Tesoro (que ya venían recuperando) aumentaron 1% ese día y 2,8% el día previo. En paralelo, todos los commodities reaccionaron a la baja el día del anuncio (soja -2,4%, maíz -1,4%, oro -1,7% y petróleo -0,5%), aunque recuperaron levemente los días posteriores.

Por su parte, la moneda brasileña (que ya venía debilitándose por la delicada situación fiscal -ver NEF-) también se resintió y trepó hasta los 6,29 reales por dólar previo al anuncio (+3% diario). Como respuesta, el Banco Central de Brasil elevó la tasa Selic en 1 p.p., llevándola a 12,25%, y aumentó su intervención en el mercado de cambios:tan sólo el jueves vendió US$ 8.000 M, alcanzando un monto cercano a los US$14.000 M en las últimas dos semanas (en torno a 4% de sus reservas), compensando parcialmente la depreciación de su moneda -que cerró en 6,1 por dólar-.

Fuente: Consultora INVECQ

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