Las ventas en los supermercados se desplomaron en septiembre y sufrieron una de las mayores caídas de la historia. De acuerdo a los datos de Scentia, en el último mes las ventas de los productos de la canasta básica -alimentos, bebidas, artículos de tocador y limpieza- registraron una baja inédita del 22,3% medida en unidades, que supera incluso a la de marzo de 2021, en plena pandemia.
A la hora de explicar el derrumbe en las ventas, los analistas destacan como único atenuante que la comparación se hace contra el pico del “plan platita” que impulsó Sergio Massa en 2023.
“Sabíamos que los últimos meses del año iban a ser muy desafiantes al compararse con las bases altas de 2023, dado que fue un periodo influenciado por las elecciones presidenciales y las acciones impulsadas por el gobierno anterior. Las presunciones se cumplieron y nos encontramos con un septiembre que, seguramente, sea el mes con la retracción más fuerte en años”, aseguró Osvaldo del Río, director de Scentia, la consultora que releva la evolución del consumo desde hace más de una década.
La medición de Scentia se realiza comparando las ventas frente al mismo mes del año anterior. Y 2023 fue un año muy atípico para los supermercados. La demanda de los productos de la canasta básica había comenzado el año con números en rojo (el primer semestre de 2023 había cerrado con una caída del 0,6%), aunque la tendencia se revirtió en forma muy marcada en la segunda mitad del año. A medida que se aceleraba la inflación, los consumidores empezaron a buscar la manera de transformar los pesos en bienes y el movimiento se profundizó en agosto cuando Javier Milei se impuso en las PASO. Septiembre de 2023 marcó un pico en el consumo, con un crecimiento interanual del 8,5% y el panorama se repitió en octubre (8%) y noviembre (7,7%)
“Todo indica que la caída también va a ser muy fuerte en octubre y noviembre, que fueron junto con septiembre los tres meses de mayor venta del año pasado. En diciembre ya se va a desacelerar esta baja porque la comparación ya se hace contra un mes más tranquilo, pero igual el año, con suerte, va a cerrar con una caída del 10 o 12%”, agregó Del Río.
La caída en las ventas se sintió en todas las categorías y nuevamente fue liderada por las bebidas con y sin alcohol -que registraron bajas del 25,1% y 26,7%, respectivamente- y las golosinas y alimentos impulsivos (-32%). Sin embargo, el dato más preocupante fue la baja del 19,6% que sufrieron los alimentos básicos.
El desplome en las ventas que da cuenta Scentia tiene como contraste cierto optimismo acerca de lo que se viene en materia de consumo. De acuerdo a un relevamiento de la consultora española in-Store Media, un 40% de los consumidores argentinos confía en que su economía mejorará en el próximo año, y el 59% sostiene que el país avanza en la dirección correcta. Este optimismo se atribuye, en parte, a la desaceleración en el aumento de precios observada en los últimos meses, señalada por el 51% de los encuestados.
“Es alentador ver un repunte en la confianza, lo que sugiere una mayor estabilidad percibida entre los consumidores” destacó Gabriel Diorio, director general de in-Store Media Argentina.
Según el estudio anual Observatorio Shopper Experience (OSE) sobre las tendencias de consumo del shopper argentino que realiza in-Store Media, el optimismo aún no se traduce en una disminución de la cautela en las decisiones de compra. El 100% de los encuestados afirma haber ajustado sus hábitos de consumo para hacer frente a la situación económica, adoptando estrategias como prestar mayor atención a promociones y descuentos en las tiendas, reducir las compras por placer, o disminuir la cantidad de productos consumidos. De todas formas, el 70% señaló que los cambiaría nuevamente si la situación económica mejora. “Esto demuestra la gran flexibilidad de los consumidores argentinos frente a las circunstancias económicas” agregó Diorio.
El canal preferido sigue siendo la tienda física, incluso en un entorno híbrido que combina lo presencial con lo online. En total, el 53% de los shoppers utilizan exclusivamente el canal físico, mientras que el 41% prefiere un enfoque híbrido y sólo el 7% de los encuestados recurre de manera exclusiva al canal online.