El concejal Walter Abregú, anunció hoy su candidatura a Intendente de Rio Grande, pero con el apoyo del Intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, aquí vale la pena explicar porque no sorprende esta actitud del edil que llegó a ese cargo encabezando la lista del entonces diputado y actual intendente Martin Perez con el Frente de Todos.
Lo mismo hizo después de acompañar al ex intendente y hoy gobernador Gustavo Melella, cuando un día antes de la presentación de Listas, dijo que su lugar era al lado de Martin Perez, es decir que el Dr. que estuviera al frente de la Secretaria de Salud del Municipio durante casi 8 años, ya tiene antecedentes de este tipo de traiciones.
Consultados en la municipalidad sobre el tema, nadie emitió palabra, ni opinión alguna sobre el «traspaso», que insisto al menos a nosotros no nos sorprende para nada.
Aunque no es loco pensar que el flamante candidato quiera «embarrar la cancha», como habitualmente se dice en la jerga popular y salir a criticar como de hecho lo esta haciendo a la espera de alguna convocatoria, o que alguien le de entidad, cosa que obviamente no ocurrirá.
“hay descontento por parte de muchos compañeros que sienten que no fueron escuchados dentro del espacio que formamos parte, y esta fue una de las cosas que me llevó a escuchar todas las propuestas.”
Por último confirmó que habló con el Intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, y tiene el apoyo para esta candidatura, “siempre hubo contacto con el y eso es importante para esta nueva experiencia”.
Casi calcado el discurso de 2019 cuando en otra voltereta similar abandono a quien lo llevó a política, algunas cosas nunca cambian, para aquellos que no se han destacado precisamente por su abultada cantidad de proyectos presentados, defensa de los derechos de la mujer, violencia de genero, paridad y demás cuestiones que forman parte de la realidad, fuera del consejo deliberante.
Vivir de la política es una característica de aquellos que tienen principios, pero si es necesario los cambian por otros y al parecer algunos quieren vivir así in eternum.
