«Uno no le hace mal a nadie y que nos lastimen con el fruto de un año de trabajo es muy doloroso», sostuvo Ronchi. Y agregó: «Es maldad pura de personas que no toman conciencia del laburo que hay detrás. No se llevaron ni un solo grano y si falta alguno será porque un peludo se lo comió. Tuvieron que caminar bajo la lluvia más 750 metros desde el camino vecinal para poder cortar de punta a punta los tres silobolsas que estaban pegados a un monte de árboles, en el medio del campo».
Según el relevamiento que lleva adelante LA NACION, ya totalizan 213 los bolsones vandalizados desde el año pasado, cuando tomaron magnitud los ataques. En lo que va del 2021 son 44.
