Adictos en recuperación. Las claves del plan del Gobierno para darles $8500

Sab 08/08/2020.- La mitad de un salario mínimo, vital y móvil. Ese es el monto que recibirán quienes transitan la última etapa de su tratamiento por consumo problemático y adicciones, de acuerdo con el anuncio que hizo ayer el Gobierno. Es un universo relativamente acotado: se calcula que, bajo la órbita de Sedronar, hay unas 44.000 personas realizando tratamientos de manera ambulatoria o con residencia, pero no todos están en la recta final.

Una porción de esos miles se sumará, entonces, a las 570.000 personas que hoy reciben planes sociales y, al mismo tiempo, capacitaciones laborales de parte del Ministerio de Desarrollo Social, un programa llamado Potenciar Trabajo para el que se invierten unos $5500 millones de pesos por mes.

Sin embargo, el monto total del programa no está claro, porque «va a depender de los proyectos que se presenten», dijo Arroyo, ya que cada alta de esa asignación de $8500 va a estar asociada a una capacitación y a un acompañamiento por parte de personas especializadas en adicciones.

Sin embargo, el monto total del programa no está claro, porque "va a depender de los proyectos que se presenten", dijo Arroyo
Sin embargo, el monto total del programa no está claro, porque «va a depender de los proyectos que se presenten», dijo Arroyo Crédito: Ricardo Pristupluk

El objetivo de la compensación es que esas personas puedan luego reinsertarse laboralmente apenas terminen su tratamiento y no recaigan en las adicciones. No dependerá solamente de si esa persona se «percibe» en el último tramo de la recuperación, tal como se decía en las redes en las horas posteriores al anuncio de Jefatura de Gabinete. En cambio, para recibir los $8500, primero deberá pasar por una evaluación interdisciplinaria que determinará si corresponde.

Una vez aprobada en el plan, bautizado Potenciar Acompañamiento, esa persona luego podrá terminar sus estudios o capacitarse profesionalmente. Además, habrá acompañamiento de un tutor y revisiones periódicas.

El universo de personas que lo recibirá será relativamente acotado, especificó la titular de Sedronar, Gabriela Torres. Si bien no hay un cupo determinado ni un presupuesto con un tope asignado, explicó que no todas las personas que están en tratamiento están en la última etapa y que el momento en el que se encuentran depende de una evaluación de un equipo de profesionales. Tampoco hay un tiempo determinado en el que se «llega» a esa recta final, detalló, porque cada proceso es singular.

«En la línea de contención 141, el 50% de las llamadas es de gente que consume hace más de 10 años, lo que demuestra que hay algo en rearmar la vida para estas personas que es muy dificultoso», sumó Torres. Esos $8500 son un «colchoncito» para la vuelta a la vida y para no recaer, añadió. En la Argentina, se calcula que más de 500 personas piden cada día ayuda en centros de tratamiento de adicciones.

En la Argentina, se calcula que más de 500 personas piden cada día ayuda en centros de tratamiento de adicciones.
En la Argentina, se calcula que más de 500 personas piden cada día ayuda en centros de tratamiento de adicciones. Fuente: Archivo – Crédito: Mariana Araujo

En el mismo sentido, Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández y director científico de la fundación Fundartox, explicó que en la mayoría de los casos la reinserción laboral de las personas que se recuperan de adicciones se dificulta porque no tienen dinero para conseguir herramientas básicas, como imprimir un CV o cargar la SUBE para ir a una entrevista laboral. Aseguró que hay un «estigma» que hace que, si un empleador se entera de que uno de sus empleados pasó por un tratamiento de este tipo, lo termine echando.

Explicó que este tipo de programas se implementó en algunas regiones de países europeos, como en España, y que «funcionaron muy bien». Se utilizan hacia el final del tratamiento y no en el principio, detalló, para que no haya riesgos de consumos problemáticos con ese dinero, y siempre con acompañamiento.

Francisco Pipino es psicólogo y dirige una comunidad terapéutica en Río Cuarto, Córdoba, llamada Conatus Vitae. Consideró que la medida es «acertada» siempre y cuando «la red de contención que se genere para sostenerla en el tiempo sea fuerte y positiva». Explicó que cuando las personas recuperadas de una adicción «vuelven» a reinsertarse tras un tratamiento, generalmente se reencuentran con sus grupos de pertenencia anteriores, generalmente con excompañeros de consumo.

«Generalmente, las personas que salen de un proceso de internación larga tienen sus redes destruidas, por lo que esto es un cambio de paradigma en los tratamientos y al momento de pensar qué hacer cuando se termina la contención», detalló.

Agregó que, generalmente, las personas que pasan por este proceso comienzan a delinear su futuro hacia la mitad del tratamiento. «Las personas que no tenían claro qué van a hacer son grandes candidatas a recaídas», apuntó.

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