Finalmente, se aplicará la excepción solo “para la adquisición de servicios de transporte terrestre, de pasajeros, con destino a países limítrofes”. Es decir, no están incluídos los pasajes aéreos ni los acuáticos, mientras que será solo para viajar a territorios vecinos.
Al momento del debate se argumentó que gran cantidad de pobladores de ciudades fronterizas cruzan a los países vecinos como parte de su actividad diarios, ya sea para hacer compras o ir a trabajar. Por lo tanto, se explicó, se les estaría cobrando un impuesto pese a que no tenía como destino el turismo.
ámbito.com