«Profe, no se asombre que en este mismo colegio esas cosas pasan», disparó una alumna en plena clase a su maestra mientras conversaban sobre las problemáticas de los abusos.
A raíz del episodio, diez chicas, de entre 15 y 16 años, se animaron a denunciar que allí, en un colegio de Embalse, Calamuchita, fueron abusadas por un docente y que lo ocultaron durante al menos tres años.
«Les tocaba los pechos, la cola, la entrepierna, les apoyaba los genitales cada vez que podía», contó una mamá. «Una vez mi hija le pidió que la dejara de molestar, y le puso un uno como represalia», agregó.
También contó que había notado un cambio en la personalidad de la adolescente en su conducta y que le había detectado marcas de autoflagelación. Además cambió la forma de vestirse para ir al colegio, se ponía ropa suelta y evitaba llamar la atención.
Los familiares de las victimas presentaron la denuncia en la Policía (el 12 de mayo) y tomó intervención la Fiscalía de Instrucción de Río Tercero que ordenó la realización de cámaras Gesell en el Polo de la Mujer y en la sede de los Tribunales.
De las 10 alumnas que dijeron haber sido víctimas, siete continuaron adelante con el proceso judicial.
El docente siguió asistiendo a clases unos días más, hasta que desde el Ministerio de Educación lo notificaron que quedaba separado preventivamente del cargo. Las alumnas denunciantes habían decidido no asistir a clases durante esos días. Igualmente la Justicia había librado una orden de restricción en contra del imputado por «supuesto abuso sexual agravado».
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