Con fuertes críticas de la oposición, Diputados comenzó a debatir el proyecto de equidad de género y salarial

Mart 11/09/18.- Con la presencia de mujeres sindicalistas y denuncias de «flexibilización laboral», las comisiones de Legislación del Trabajo y Familia y Mujer de la Cámara baja recibieron la visita del Jefe de Gabinete de la Secretaría de Trabajo, Ernesto Leguizamón, y la Directora ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres, Fabiana Tuñez.

Las comisiones de Legislación del Trabajo y Familia y Mujer de la Cámara baja comenzaron a debatir este martes el proyecto de Equidad de Género e igualdad de Oportunidades en el Trabajo que el Gobierno envió al Congreso en marzo pasado, en ocasión del Día Internacional de la Mujer. Desde la oposición y el sindicalismo criticaron con dureza la iniciativa por esconder una «flexibilización laboral». 

El texto establece una serie de modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo para garantizar la «Equidad de género en el trabajo» y la «Igualdad salarial estricta» y crea una serie de nuevas licencias por violencia de género, por nacimiento o adopción -que se extiende al miembro no gestante de la pareja- o para someterse a tratamientos de fertilización asistida, entre otros puntos.

De la reunión informativa, que encabezó en soledad la titular de la comisión de familia, la radical, Alejandra Martínez, por la ausencia de su par de Trabajo, Sergio Ziliotto,participaron como invitados por el Ejecutivo el Jefe de Gabinete de la Secretaría de Trabajo, Ernesto Leguizamón, y la Directora ejecutiva del Instituto Nacional de las Mujeres (INAM), Fabiana Tuñez. 

Además de los diputados, estuvieron presentes en la Sala 1 del anexo de la Cámara baja grupos de mujeres pertenecientes a la CTA, a la CNCT y diversas organizaciones sindicales quienes portaron carteles con la leyenda «No a la reforma laboral encubierta». 

«El Estado recoge la demanda social y la hace agenda prioritaria. Escucha la agenda feminista. Y si bien hace falta establecer pisos mínimos de igualdad, el envío de esta ley forma parte de un compromiso político y cultural», consideró Tuñez al tomar la palabra.

«La violencia de género es una problemática compleja y multicausal. Es vital que el sector empleador sea un aliado sumándose como un actor más. Las licencias para la violencia de género son una medida para que las mujeres no tengan que decidir entre su trabajo u ocuparse de salir de la situación extrema, sabiendo que la independencia económica es vital. Esto es un debate que la sociedad nos está pidiendo», agregó.

Por su parte, el funcionario de la secretaria de Trabajo, destacó que con este proyecto «el Ejecutivo incorpora el concepto de género en todos los aspectos de la vida laboral» y pasó a enumerar el nuevo régimen de licencias especiales que se incorporan: en caso de adopción, tratamientos de fertilización asistida, licencia especial de 30 días sin goce de haberes.

Además, aclaró que la licencia por violencia de género que contempla el proyecto será de 10 días corridos por año para hacer trámites u otras necesidades. Esto por fuera de la licencia por enfermedad que una mujer pueda recibir si recibe lesiones.

Terminada la exposición de los invitados, comenzó la intervención de los diputados. Para la legisladora del FpV, Vanesa Siley, quien también presentó un proyecto de régimen de licencias, «se está discutiendo una iniciativa que es solo un lindo título, que no nos va a llevar a la igualdad y que encima planea avanzar contra las organizaciones sindicales». 

«El problema de la brecha salarial en la Argentina no tiene que ver solo con tener un mismo trabajo y cobrar distinto sino que es fruto de la segregación ocupacional. Es cómo las mujeres nos incorporamos al mundo del trabajo. Las tareas feminizadas, las tareas en el mundo de la salud, la educación y el trabajo no registrado no están presentes en este proyecto», explicó.

La también Secretaria General del Sindicato de Trabajadores Judiciales de CABA, criticó la iniciativa del Ejecutivo por no establecer multas ni sanciones para los empleadores que no cumplan con la «equidad salarial» propuesta y cuestionó que el texto plantea una«riesgosa injerencia en la vida sindical de las organizaciones». 

Para el diputado del PTS-FIT, Nicolás del Caño, el proyecto enviado por el Ejecutivo «es demagógico y con un alto contenido de hipocresía», en la medida en que al mismo tiempo «se está pactando un ajuste mayor entre el Gobierno y los gobernadores» por el Presupuesto 2019.

Además, criticó que no se tomen en cuenta puntos centrales de la desigualdad entre hombres y mujeres como la cantidad de horas de trabajo en el hogar, algo no contemplado en el texto y solicitó se establezcan medidas para su igualación como la instalación de jardines y guarderías en los lugares de trabajo. 

También cuestionó el artículo que habilita el «teletrabajo» y sostuvo que este proyecto habilita la «flexibilización laboral». 

Por su parte, la legisladora del PO-FIT, Romina del Plá, reprochó que en el proyecto la carga de la denuncia recaiga sobre la trabajadora discriminada. «Alguien cree que una trabajadora sola puede ser la que vaya a hacer la denuncia al Ministerio de Trabajo. Es este último el que tiene que hacer las evaluaciones pertinentes. La responsabilidad no puede estar en el trabajador», dijo.

A continuación, se mostró muy crítica con el artículo 6 del proyecto de ley que propone modificar el artículo 183 de la Ley de Contrato de Trabajo para que las mujeres que fueron madres y ya finalizaron sus licencias puedan reincorporarse a sus trabajos con jornada reducida y salario proporcional por seis meses más. «¿Dónde está la ventaja de reducir mi jornada laboral después de tener un hijo para poder cuidarlo, si voy a cobrar menos salario?», lanzó.

Luego fue el turno de la radical Karina Banfi, quien negó que el Gobierno esté haciendo «oportunismo» con este proyecto y les preguntó a sus compañeros de la oposición: «¿Qué pasó en ese matrimonio perfecto entre el sindicalismo y el kirchnerismo que ahora en este Gobierno estamos discutiendo estos temas?». 

Además, criticó la falta de cumplimiento en la ley de cupo sindical, lo que despertó los cánticos de las mujeres sindicalistas presentes entre el público, quienes entonaron: «Trabajadoras en unidad, no te bancamos la reforma laboral». 

La situación de efervescencia iba a ir el aumento. Al tomar la palabra, el diputado del Frente Renovador, Facundo Moyano, acusó a Banfi de «ignorar la realidad». «En 12 años en la actividad sindical, a mí nunca me tocó negociar con una mujer al frente de una empresa. Así que la falta de cupo que usted le endilga al sindicalismo, también se da en otros ámbitos», expresó.

Respecto al proyecto de ley en debate consideró: «Me parece una ironía total que en un contexto donde hay 100.000 puestos de trabajo destruidos y una inflación del 40%, como fracasó la reforma laboral refloten este proyecto para decir que va a generar igualdad. Los diputados del peronismo no vamos a permitir que avance esta reforma». 

Por su parte, la radical Brenda Austin pidió «poner el foco en los puntos de avance del proyecto» y llamó a que el «juego del oficialismo y la oposición no nos lleve a negarle conquistas a los trabajadores». 

Finalizada la reunión, en diálogo con ámbito.comAlejandra Martínez, titular de la comisión de Familia y Mujer consideró que «este debate tiene que ser un proceso transversal con una mirada amplia y colectiva que nos permita llegar a consensos para tener una ley que no sea quizá la ideal pero que genere avances en materia de los derechos de las mujeres». 

Además, minimizó las críticas de «flexibilización encubierta» al proyecto a las que consideró «irracionales y faltas de asidero». «Muy por el contrario, hemos puesto la mirada en que los derechos de las mujeres estén satisfechos o podamos dar avances en la materia. Nos debemos la necesidad de pensar en un trabajo común la situación de las mujeres, independientemente del partido político al que pertenezcamos», consideró.

En tanto, Estela Díaz, secretaria de Género de la CTA, también presente en la audiencia, sostuvo a este medio: «como trabajadoras organizadas nos llama la atención que en un contexto en el que se eliminan ministerios, se acuerda con el FMI, se producen despidos, hay mayor precarización laboral, se discuta un proyecto que habla de la eliminación de las desigualdades laborales para las mujeres. Hoy, las mujeres tienen más desigualdades que las que tenían antes de que ganara Cambiemos».

«No queremos que lo hagan en nuestro nombre. No queremos que usen nuestras reivindicaciones y dificultades para mostrar que son dialoguistas, que son democráticos, cuando en realidad vienen recortándonos derechos a espaldas de los trabajadores y sobre todo de las mujeres que somos las que estamos en el mercado informal, que somos las que nos hacemos cargo de cuidar», concluyó.

Ámbito.

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