Carta Pastoral sobre la despenalización del aborto.

Viern 22/06/18.- El aborto debe ser considerado en relación con el contexto social en el cual ocurre. Esto dicen, entre otras, los autodenominados «Pro vida», en una carta emitida por la Iglesia Evangélica Metodista Argentina en 2011 a través de el Pastor Frank de Nully Brown, que no se diferencia en nada de lo que se ha manifestado aquí por quienes están contra de la despenalizacion del aborto, hoy 7 años después frente al Municipio de Rio Grande.

Carta Pastoral sobre la despenalización del aborto

La despenalización del aborto, que será motivo de debate en el Congreso Nacional, exige desde nuestra fe cristiana una profunda y sincera reflexión que contribuya a la valoración de la vida y el respeto y la dignidad de todos los seres humanos en nuestra sociedad.

Limitar la discusión del tema a una puja entre quienes están a favor y quienes en contra es trivializarlo y desconocer que no debe reducirse a esos términos, porque la mujer que busca abortar lo hace con angustia y tristeza. La comunidad tiene que asumir esta realidad no escondiéndola sino sacándola a la luz.

Una reflexión pastoral debe abordar su tratamiento considerándolo en todas sus dimensiones físicas, sociales, éticas y espirituales. Para ello comparto aquí algunas reflexiones que procuran aportar a su mejor comprensión.

  1. El aborto debe ser considerado en relación con el contexto social en el cual ocurre. Nuestra sociedad carece de una adecuada educación sexual, planificación familiar e igualdad de género lo que contribuye a que se multipliquen los embarazos no deseados. Por otro lado, el aborto se ha constituido en un verdadero comercio, ya que, al momento, la ley aprueba su práctica en forma muy restringida. Los sectores medios y altos de nuestra sociedad pueden acceder a una atención clandestina segura pero para muchísimas mujeres de limitados recursos, debido a prácticas no profesionales y riesgosas, al interrumpir la gestación también atentan contra su propia vida.
  2. La realidad del aborto no se resuelve penalizando a la mujer que lo practica y dejando de lado la responsabilidad del varón. Porque el problema no es solo de las mujeres, es un problema de todos. Poner el tema en su adecuado contexto lleva a considerar el reclamo de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo y, por otro lado, abordar el sufrimiento de muchas mujeres desprotegidas.
  3. Por todo lo dicho considero que despenalizar el aborto puede ayudar a un diálogo que contribuya a la edificación de nuestra sociedad. Cada víctima de esta realidad no puede convertirse en un número más porque sin duda es alguien a quien Dios ama y nos llama a amar profundamente. Esconder nuestras prácticas culturales de abortos clandestinos no ayuda a enfrentarlas y a tomar decisiones inspiradas en la libertad y la dignidad de las personas.

Es nuestro deseo que se pueda generar en nuestra sociedad una discusión madura donde todos tengan la oportunidad de aportar sus propias visiones. Porque:

“Nosotros amamos a Dios porque Él nos amó primero. Si alguien afirma ’Yo amo a Dios’, pero odia a su hermano es un mentiroso: pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quienes no ha visto” (1 Juan 4:19-20).

 

Pastor Frank de Nully Brown
Obispo