YPF: La jugada de las petroleras que no previó Kicillof y ahora complica Gallucio

“Este año está perdido”, afirmó a LPO un gobernador petrolero. En el sector no creen que el flamante CEO de YPF logre concretar en lo que resta del año las inversiones por u$s 3.500 millones que prometió. La jugada de las multinacionales que Axel Kicillof no supo anticipar y la apuesta de Cristina a Rusia y China.

El diagnóstico de un importante gobernador petrolero fue taxativo: “este año está perdido”, respondió cuando se lo consultó por los planes de YPF para el segundo semestre de 2012. Es que desde que asumió como CEO, Miguel Galuccio, casi no brindó detalles sobre como concretará las muy ambiciosas metas que trazó al anunciar su plan para la petrolera. El ejecutivo ni siquiera informó a los gobernadores hidrocarbuíferos, que fueron claves en la embestida par expropiar a Repsol.

En las provincias desconfían –al igual que en la industria y en los mercados financieros- de que YPF logre acceder a los fondos para financiar el ambicioso programa de desembolsos anunciado a principios de junio. En 2012, por caso, debería impulsar obras por u$s 3.500 millones. Y en los próximos cinco años, la apuesta es conseguir u$s 35.000 millones para desarrollar los campos no convencionales.

El cepo al dólar, los bajos precios internos de los hidrocarburos –en especial del gas-, las trabas a la importación de equipos petroleros, la incertidumbre en materia de liquidación de utilidades hacia el exterior, la endeblez del marco regulatorio del sector y en los últimos días, el definitivo divorcio político del Gobierno con Hugo Moyano, titular de la CGT, que abroqueló en esa disputa al sindicalismo opositor y preocupa a todo el arco industrial –ayer la acción de YPF cayó, un 3,42% en Wall Street-, vuelve casi inviable generar confianza entre los inversores interesados en el potencial de Vaca Muerta, el megareservorio no convencional de hidrocarburos emplazado en Neuquén.
El impactó de la caída del barril

La caída del precio del barril Brent que ronda los u$s 80 dólares, cayendo fuertemente de los u$s 120 que promediaba en marzo, conspira contra el interés de las multinacionales en invertir en Vaca Muerta.

Es que la explotación de hidrocarburos no convencionales requiere inversiones muy grandes que con la caída de los precios del barril se vuelven anti económicas.

Su capitalización bursátil tampoco contribuye a levantar el perfil de la compañía, dado que -pesar del ingreso del millonario mexicano Carlos Slim- su valor no supera los u$s 5.000 millones según su cotización actual en la Bolsa.

La jugada que no vio Kicillof

“Con este panorama financiero es muy complicado para YPF negociar en igualdad de términos con las petroleras multinacionales con interés en Vaca Muerta”, admitió el gerente financiero de una compañía cotizante en Wall Street.

“Saben que tienen margen para exigir condiciones favorables, porque YPF por su cuenta no puede conseguir –al menos, en la situación actual- los capitales para concretar su plan de acción”, agregó.

El córse financiero que atraviesa la compañía avivó una, por ahora, silenciosa interna política desatada desde fines de 2011 entre Julio De Vido, ministro de Planificación y otrora hombre de referencia para el área energética, y Axel Kiciloff, viceministro de Economía y designado director en YPF en representación del Estado (acciones clase A).

El santacruceño –que a raíz del salto exponencial de las importaciones energéticas, que comprometen la balanza comercial, perdió varios puestos en la valoración de Cristina Kirchner- cuestiona al joven funcionario de La Cámpora haber subestimado el difícil frente externo que iba a enfrentar YPF tras la expropiación de las acciones del Repsol.

Cuando en el gobierno se alarmaron por las condiciones leoninas que exigen las multinacionales para invertir en la expopiada YPF –de las que tomó nota Cristina en su reciente reunión con petroleros en el Upper East Side de Manhattan-, la gente de De Vido sonreía socarrona: “¿Cómo no vieron venir esta jugada tan obvia”, se jactaban.

De hecho, De Vido defendió, hasta último momento, una salida consensuada con los españoles –prefería tomar los títulos de los Eskenazi para evitar represalias internacionales-, a fin de mantener el crédito abierto de YPF con los mercados voluntarios.

“De Vido decía que para revertir la curva decreciente de reservas y producción de la petrolera, era clave defender los accesos a financiamiento. Pero su posición fue desacreditada por ser responsable del desastre energético”, señaló un funcionario que participó del proceso de estatización de la mayor petrolera de la Argentina.

Las críticas hacia Kiciloff son, por el momento, formuladas en ámbitos privados con funcionarios de confianza de Planificación y la Secretaría de Energía, y también con empresarios del sector con los que sigue manteniendo lazos fluidos de comunicación.

“En rigor, Julio no hace más que repetir lo que comenta toda la industria: que la forma en que se estatizó YPF no hizo más que cerrar las puertas del crédito internacional. Y otorgar a las multinacionales mayor poder de negociación a la hora de definir su ingreso como socios a Vaca Muerta”, aseguró un ejecutivo petrolero.

Las exigencias de las petroleras

La certeza de las petroleras majors –ExxonMobil, Chevron, Shell, Sinopec, Gazprom, EOG Resources y PAE, entre otras- es que, a pesar de los esfuerzos para exhibir un perfil económico sólido, con acceso a liquidez, la petrolera estatal no podrá, por su cuenta, acceder a las ingentes inversiones anunciadas.

El listado de pedidos de las grandes petroleras incluye una serie de cuatro o cinco ítems, entre los que figuran la mejora de los precios internos –en especial del gas, que a nivel local se paga u$s 2,50 por millón de BTU, e importarlo de Bolivia cuesta u$s 12- y la libre disponibilidad de las utilidades que obtengan las empresas –un punto que genera incertidumbre desde que el Gobierno criticó a Repsol por girar fuera del país el 90% de sus ganancias petroleras-.

También exigen el acceso irrestricto de equipamiento y tecnología, que se complicó desde fines de 2011 por las trabas a la importación aplicadas por la Secretaría de Comercio, que dirige Guillermo Moreno; capacidad para operar sin inconvenientes y demoras en el mercado de divisas, dado que la mayoría de las tarifas de servicios petroleros se abonan en dólares; y el compromiso de mantener estables estas cuestiones a través de un norma regulatoria, en lo posible aprobada por el Congreso como se hizo en los noventa con el marco legal de la minería.

“Los requerimientos de las petroleras son siempre los mismos: precios, manejo de utilidades, dólar y marco regulatorio. Pero el Gobierno no parece estar decidido a avanzar en esa dirección”, reconoció otro encumbrado ejecutivo de la industria.

En los despachos del Ejecutivo la apuesta consiste en alcanzar un primer acuerdo de asociación con alguna petrolera de peso para marcar la cancha a otros interesados. Creen que de conseguir un contrato inicial con una multinacional, el resto bajará sus pretensiones por temor a quedarse sin el negocio. No fue casual, bajo esa óptica, que Cristina Kirchner se haya reunido en privado durante la Cumbre del G20 en México con Vladimir Putin, presidente de Rusia y hombre fuerte de Gazprom. Así como también matuvo reuniones con representantes del gobierno chino, que en el país controla a las petroleras Sinopec y CNOOC.

La apuesta del gobierno sería lograr que alguno de estos dos gigantes se anime a invertir en Vaca Muerta y creen que por tratarse de compañías estatales sería más fácil lograr su participación si se empuja a nivel presidencial. Gallucio está urgido por mostrar al mercado que puede conseguir al menos una invesrión extranjera de u$s 1.000 millones.

Sin embargo, el desafío no parece sendillo de resolver. “La ventaja de YPF y del Gobierno argentino es el control de Vaca Muerta, un reservorio con mucho potencial que atrajo a los grandes petroleras. Ahora debe empezar a desandar el camino más difícil, que es lograr inversiones defendiendo los intereses de la Argentina. Lamentablemente, hoy la coyuntura no le juega una buena pasada”, concluyeron ante LPO operadores de un banco que en los últimos días fue invitado a financiar a la petrolera.

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