La resolución 295 fue impugnada por Shell en la Justicia, pero hasta ayer no había sido derogada. Para justificar esta medida, voceros de YPF explicaron ayer que de esta manera se compensa el mayor costo que implica el corte al 7% con biocombustible que se debe incorporar a las naftas. Y negaron que para aplicar los aumentos hayan solicitado una autorización especial del Gobierno. El CEO de la petrolera, Sebastián Eskenazi, se mostró ayer junto al ministro de Planificación Federal, Julio De Vido (como se informa por separado). Para las competidoras de YPF, la noticia fue toda una sorpresa y anoche evaluaban si tomar o no una resolución parecida. En un mercado en el que la oferta de combustibles es tan ajustada, quedar muy rezagados con el precio conlleva el riesgo de quedarse sin stock cada vez con mayor frecuencia. «Nosotros preferiríamos ver publicada en el Boletín Oficial la derogación de la resolución 295», indicó Tomás Hess, director de Asuntos Públicos de Esso. Para los ejecutivos del sector, no está claro que lo que hizo YPF no haya sido una violación de la resolución de Moreno, que también abarcaba a los biocombustibles. Así, en la Capital Federal, la nafta súper pasó a costar $ 3,926 (4,8% de aumento); la normal, $ 3,062 (4,8%); la premium, $ 4,769 (5,3%); el gasoil, 3,339 (3,4%) y el gasoil premium $ 4,319 (5,9%).
Tras cuatro meses de precios congelados, YPF los subió 5%
Mientras el conflicto petrolero en el Sur amenaza con agravar los faltantes de combustibles en las estaciones de todo el país, la empresa YPF -que concentra más de la mitad de la demanda- aplicó ayer un aumento en torno del 5% en los precios de las naftas y el gasoil. Es el primer movimiento de precios en los surtidores desde que el 18 de agosto el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, resolvió que todos los combustibles líquidos debían comercializarse a los valores vigentes al 31 de julio último.
