Tras el anuncio, realizado en el Salón Norte de la Casa de Gobierno frente a gremialistas y empresarios, con el sonido de bombos como telón de fondo, Kirchner bajó a la explanada de la calle Balcarce para saludar a los trabajadores.
«Tanto empresarios como trabajadores han dialogado en extrema madurez, sin extorsiones, discutiendo como corresponde lo que hay que ir discutiendo en un país que crece, con responsanbilidad, con racionalidad y con criterio estratégico», afirmó el mandatario.
Durante el discurso, Kirchner cargó contra «los agoreros» que pronosticaron una «gran confrontación» en la discusión salarial.
De hecho, afirmó que esos sectores auguraban que «la irracionalidad iba a llegar y que iba a poner en juego el modelo que ellos nunca cuidaron, al que ellos siempre apostaron en contra porque siempre apostaron al modelo de los ’90, y están en contra de la distribución del ingreso y de la posibilidad de que los trabajadores puedan estar mejor».
En este marco, Kirchner dijo que esta «nueva Argentina» apunta a que «haya muchos más trabajadores y que los trabajadores por supuesto cada vez participen más de la distribución de la renta nacional y que haya también más rentabilidad empresaria».
El mandatario consideró «absurda» la «contradicción» que muchas veces se plantea «entre rentabilidad empresaria y mejoramiento de la distribución del ingreso» y garantizó que, en el actual modelo, «a mayor rentabilidad empresaria va a haber mayor crecimiento del poder adquisitivo de los trabajadores».
De hecho, entendió que es «natural» la discusión salarial y sostuvo que, «por supuesto, hay que discutir salarios todos los años» para que «paulatina y racionalmente» se vaya encaminando «la redistribución del ingreso en la Argentina».
Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, destacó el carácter «sostenible» de los acuerdos logrados y el «compromiso» de los dirigentes «con el proceso de crecimiento económico».
Tomada también subrayó la «validez de la negociación colectiva como herramienta eficiente y democrática» y señaló que «son acuerdos que consolidan la inclusión social sin poner en riesgo el crecimiento de la economía».
A su turno, el titular de la CGT, Hugo Moyano, aseguró que el hecho de que los camioneros hayan acordado la renegociación de su convenio colectivo de trabajo evidencia «la confianza que se le tiene al presidente Kirchner, al gobierno nacional y al modelo económico».
«Trabajadores y empresarios confían en cómo se está llevando adelante el país», dijo el líder sindical, quien sostuvo que las negociaciones se llevaron adelante «sin techo y sin piso» y que, en ese marco, todos los sectores entendieron que el 16,5 por ciento «era válido».
La firma de los convenios sellada ayer comprendió a los sectores de la construcción, los textiles, los encargados de edificio, los taxistas, los estatales y los camioneros.
En el caso de los camioneros, el 16,5 por ciento de incremento salarial -que regirá hasta junio del año próximo- será percibido de manera escalonada: un primer 8,5 por ciento será sumado a los salarios de abril, mientras que el otro 8 por ciento regirá con el cobro de los salarios de julio.
En tanto, los restantes cinco gremios acordaron que ese porcentaje marco regirá hasta el 30 de marzo, no obstante lo cual cada convenio incluyó «sus propias cláusulas particulares» en cuanto a «escalonamientos, sumas fijas, valores de referencia», según precisaron fuentes de la cartera laboral.
En su discurso, el Presidente dijo que los metalúrgicos «están cerca de arreglar» un incremento salarial y afirmó tener «mucho entusiasmo» con este acuerdo, que dijo esperar se concrete «la semana que viene».
En otro tramo, Kirchner destacó los aumentos salariales otorgados en el transcurso de su gestión para el sector educativo al afirmar que «nunca en la historia mejoraron tanto los salarios de los docentes».
«Nunca fuimos ni seremos populistas pero sí defendemos los intereses populares», dijo Kirchner, a la vez que planteó que «el gran debate» que se debe dar en Argentina es «discutir pautas estratégicas».
Del acto participaron también el ministro del Interior, Aníbal Fernández, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, los dirigentes Pablo Moyano (camioneros), Omar Viviani (taxistas), Víctor Santamaría (SUTERH), Gerardo Martínez (construcción), Andrés Rodríguez (UPCN) y Jorge Lobais (textiles) y representantes de las cámaras de cada uno de los sectores que acordaron la suba salarial.
