Hace algunos dias y siempre respondiendo a través de otros medios que solo le dan espacio para critique a este,los mismos que durante años no lo dejaron decir ni pio, los siempre oficialistas, supimos de su tarea legislativa apuntada a poner todo tipo de trabas para que los deudores del fondo residual no pudieran pagar y se negó tambien a aceptar que se les redujera la cuota de capital, reducir los montos de cuotas y otros beneficios que involucran a cientos de personas y a quien suscribe, todo basado en una Ley provincial.
Pero el legislador Eligio aparecer siempre por otro medio a contestar y con una respuesta no solo sacada de contexto sino que además de una pobreza intelectual rayana con el desprecio y la bajeza al señalar que “ el propietario de la licuadora o, sea yo, debe tener algun interés con el administrador”, hubiera esperado cientos de respuestas pero no de la pobreza de esta, porque en ese caso todos los que quieran pagar sus deudas estaríamos teniendo algun interés con el Dr. Leonardo Plasenzotti, con quien el si tiene una interna partidaria que viene de mucho tiempo atrás y en la que no me importa ni siquiera opinar. De hecho sus expresiones me ahorran todo tipo de comentario, para el pagar es tener un interés, no hay que cumplir con las obligaciones, si es asi es un contubernio, o entiendase como se quiera, en conclusión una muy poco feliz declaración, de una torpeza casi rayana con lo obsceno.
Esta actitud de Martines es digna de su pobrísima actividad legislativa, solo dirigida a no aportar nada y colgarse de cuanta denuncia haga pública el Dr. Manuel Rimbault, que no por nada es el presidente del bloque.
Lamento que personas con esta actitud se dirijan a quienes queremos cumplir con nuestras obligaciones en términos tan primitivos, insisto no por lo que a mi respecta porque sinceramente a palabras con barro oídos con botas, pero si para todos aquellos que ven impedidas sus actividades por alguien que gana miles pesos, sentándose en una banca una vez cada 15 o 20 dias y manteniendo el discursito de la solidaridad con el pueblo.
Patético desde todo punto de vista, la actitud solo nos merece una reflexión, tomar las cosas como de quien vienen.
Muchos tratan como sea de cumplir con sus obligaciones y podrían haber hecho como otros muchos que no solo no pagan sino que ni siquiera se acercaron a preguntar cuanto deben. Pero bien dicen que no hay peor defensa que un buen ataque y esta bien el señor Martines tiene fueros parlamentarios y buen pasar y seguramente no le importa demasiado la situación de muchos a los que dice representar por eso es tan facil salir a decir estupideces en otro medio en lugar de sentarse en donde se lo denuncia y contestar a quien, según el lo acusa, cuando en realidad de lo que se trato fue de la trascripción de dos cartas enviadas al administrador del fondo residual escritas y firmadas por el, de las que obviamente tampoco se hace cargo.
Hemos visto pasar a cientos de estos representantes del pueblo en 20 años en los medios, Martinez es uno más, solo eso y como tal debe hacer valer su cuotita de poder, obvio con los más débiles.
Pero “todo tiene un final, todo termina”, decía Ricardo Soule, para Martinez tambien, sin ninguna duda.
Yo firmo mis columnas, me hago cargo de mis acciones y firmo al pie y después no niego lo que firmo, cumplo con mis obligaciones y si eso es tener intereses entonces, habrá que dejar de cumplir para asemejarse a lo que propone el representante del pueblo, José Carlos Martinez, el mismo que convertido en legislador se olvido de quienes lo bancaron gratis mucho tiempo, aquellos que cuando Manfredotti le cerro todos los micrófonos poníamos la cara y los aguantábamos a los que tenían la palabra prohibida en todos lados. A los que iba a pedir espacio en el único lugar donde no les cobraban antes de entrar. Al lugar donde siempre tenían la puerta abierta sin condicionamientos, aun cuando desde el manfredato vivian rompiéndonos todo, precisamente por darle espacios a personas como el, Martinez sufre de amnesia temporal y esta es una prueba de ello, un archivo con más de 30 notas en dos años nos evita cualquier análisis. Pero bueno ya esta, nos equivocamos otra vez, asumimos el error y no volveremos a repetirlo, uno cree en la gente hasta que deja de creer, así de simple.
Dice el proverbio, “No te olvides de tus amigos en subida, porque en bajada los podes necesitar”.
Armando Cabral
17/07/06