Este acto fue presidido por el intendente municipal Ing. Jorge Martín, quien estuvo acompañado por el presidente del Concejo Deliberante, Juan Felipe Rodríguez; del Secretario de Obras y Servicios Públicos, Ariel Pagella; del Secretario de la Producción, Gustavo Melella; de autoridades de fuerzas armadas y de seguridad, de entidades intermedias, y numerosos vecinos que compartieron este momento, que fue engalanado por las banderas de ceremonia de la Prefectura Naval Argentina; del Centro de Veteranos de Guerra; de la Gendarmería Infantil; y de los Centros de Residentes Jujeños, Salteños y Mendocinos.
El izamiento del pabellón nacional estuvo a cargo del intendente municipal Ing. Jorge Martín; del presidente del Concejo Deliberante, Juan Felipe Rodríguez; del Jefe de la Prefectura Naval Río Grande, Prefecto José Dante Díaz; y del veterano de guerra de la Prefectura Naval Argentina, Ayudante Principal Carlos Raúl Vallejos.
Luego se entonaron las estrofas del Himno Nacional; e hizo uso de la palabra el Ayudante de Primera Juan Domingo Mazzitelli, quien detalló que “transcurrieron ya, 24 años de la guerra de Malvinas, hay suficiente información a nuestro alcance para hacer una descripción de los combates en los que intervino la Prefectura Naval Argentina.
Si bien la historia y el ceremonial recuerda esta fecha como el hundimiento del ‘Río Iguazú’, considero que no se hace justicia a la verdad de los hechos, sobre estas dos primicias quiero recordar mis compañeros caídos en combate, y de esta manera rendir un homenaje más a la actuación de la prefectura en este conflicto.
La Prefectura aportó su cuota de sacrificios en el marco de la guerra, en el mar, aire y tierra, y resumir la actuación de sus hombres al 22 de mayo exclusivamente, es menoscabar la verdadera epopeya de aquellos, quienes tan dignamente cumplieron con un rol para el cual no estaban preparados.
Desde 1982 hasta hoy, se han publicado artículos y libros que mencionan nuestra actuación como fuerza, los hay laudatorios (que son los que alimentan nuestro ego) los hay bien informados, bien intencionados y también los hay equivocados, no obstante ello, los dos Guardacostas comienzan a escribir sus páginas de gloria en la historia… y navegando a la antigua, por estima con el sol y las estrellas para no usar medios electrónicos que pudieran delatar su posición, luego de dos días de desafiar a uno de los mares más tempestuosos del planeta, concretan la hazaña del cruce a Malvinas, rompiendo el bloqueo inglés y dando muestras de un criollo coraje y profesionalismo.
El 22 de mayo se le ordena al GC Río Iguazú zarpar hacia puerto Darwin para trasladar dos cañones de 105 Mm. que tuvieron que desarmarse para poder estibarlos a bordo, navegando en proximidades de Darwin, en el seno Choiseul se recibe por radio el alerta rojo de ataques de aeronaves enemigas. De repente en el cielo se divisan las siluetas inconfundibles de 2 aviones Sea Harrier, los que entran en picada y atacan al guardacostas. En la popa, operando las ametralladoras 3 suboficiales tratan de repeler el ataque, pero la desproporción de velocidad, armamento y maniobra es tan grande que los 2 aviones pasan disparando sobre la embarcación e impactan sobre la misma, dejando al Cabo Omar Benítez muerto sobre la cubierta al pie de la ametralladora que operaba y heridos a los suboficiales Bengoechea y Bacaro. El ayudante Ibáñez, quien en ese primer ataque se encontraba en la sala de máquinas, informa al capitán que numerosos orificios de municiones habían perforado el casco y un gran ingreso de agua amenaza la flotabilidad de la nave, abandona la sala de máquinas y al salir a cubierta ve a sus tres camaradas heridos; pero no hay tiempo de detenerse en ellos y empuña la ametralladora a cuyo pie yacía Benítez. Disparando contra los aviones que nuevamente comienzan atacar con su superior armamento, pero como una reedición moderna de David y Goliat, esta vez las balas del guardacostas aciertan en la estructura de uno de los Sea Harrier, el que comienza a emitir una densa humareda y se aleja rumbo al sur para caer posteriormente. El restante avión efectúa una última pasada arrojando una bomba, la que por fortuna pasa a pocos metros de la popa del guardacostas, desistiendo finalmente del ataque ante tan valiente e inesperada respuesta. El capitán del Río Iguazú, con el barco seriamente averiado y ante el inminente naufragio del mismo, exige las máquinas al máximo y la noble nave es embicada en un islote cercano a la costa, lugar donde queda en forma definitiva permitiendo que los tripulantes restantes puedan salvar su vida y que la preciada carga llegue posteriormente a destino. No, el Río Iguazú no se hundió, vendió cara sus averías, derribó a un medio aéreo infinitamente superior para el combate y salvó la vida de sus tripulantes y los ocasionales pasajeros con su carga. El guardacostas luchó contra dos aeronaves consideradas en aquellos momentos como un orgullo de la tecnología bélica inglesa, y con su modesta defensa, abatió a uno y puso en fuga a otro.
Tales acciones le valieron el reconocimiento de los camaradas de las otras fuerzas que operaban en Malvinas, quienes con justicia lo apodaron ‘Los Tigres Del Mar’, imprimiendo la más gloriosa página de la historia de la Prefectura, en un ámbito para el cual no estaba preparada. Por esta acción el guardacostas fue condecorado con la Medalla de Honor al valor en Combate, el Cabo Benítez con la medalla ‘La Nación Argentina al Muerto en Combate’ y el Ayudante Ibáñez con ‘La Nación Argentina al Heroico Valor en Combate’.
Benítez fue sepultado el 24 de mayo en el cementerio de Darwin, con todos los honores que merece quien ofrendó su vida en cumplimiento de un deber que excedía el de sus funciones específicas pues debe recordarse que él, como los restantes hombres de la Prefectura, no tienen estado militar sino policial.
A fines de 1989, 7 años después de la guerra, una empresa inglesa ofrecía a la venta en Malvinas un pequeño buque llamado ‘Tiger Bay’ (tigre de la bahía) que no es otro que el restante guardacostas, el Islas Malvinas, que quedara allí después de la guerra… años después, aún se recordaba a los tigres del mar, y el reconocimiento era nada menos que del enemigo…
Por todos estos hechos, hoy podemos decir Prefectura, Malvinas y Guardacostas: MISIÓN CUMPLIDA”.
Finalmente se realizó un minuto de silencio en memoria del Cabo Omar Benítez, muerto en combate durante el conflicto bélico del Atlántico Sur; y con el retiro de las banderas de ceremonia se dio por concluido el acto.
SE REALIZO AYER EL IZAMIENTO DEL PABELLÓN NACIONAL Y SE RECORDÓ EL HUNDIMIENTO DEL GUARDACOSTAS RÍO IGUAZÚ
En la mañana de ayer sábado, a partir de la hora 11, la Municipalidad de Río Grande llevó a cabo un nuevo acto de Izamiento del Pabellón Nacional, el que tuvo lugar en el Monumento a los Caídos en Malvinas, y que sirvió además para conmemorar el 24º Aniversario del Hundimiento del Guardacostas PNA GC-82 Río Iguazú, el que ocurriera un 22 de mayo de 1982.
