“Nosotros verificamos que no hay escasez, no es el panorama estructural que vemos nosotros”, afirmó el vicepresidente de La Serenísima, José Moreno, quien sin embargo reconoció que tras la seca de enero, el actual exceso de agua por fuertes lluvias “sí nos está preocupando”. Draletti, en cambio, había acusado al Estado de estar aumentando “fuertemente la presión sobre el sector con la idea de que esto puede hacer bajar los precios, pero lo que está haciendo es hacer bajar la oferta de leche”. El dirigente tambero indicó que el precio de la leche “tuvo una baja del 10 al 15 por ciento en los últimos meses” como consecuencia “del bombardeo tributario que comenzó el año pasado, triplicando las retenciones de un día para otro y quitando los reintegros”.
Según aseguró Draletti basándose en la experiencia histórica, “en el mediano plazo siempre ocurrió en la lechería que estos castigos terminan provocando faltante, al menos para cumplir con los compromisos de exportación que ya se habían contraído y un consumo interno que está firme”. El dirigente de la UGT coincidió con dichos previos de Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria, que lanzó una advertencia en igual sentido.
Confrontando las declaraciones de los tamberos con los de la industria, es palpable que el problema actual afecta a los pequeños productores pero no necesariamente se verá reflejado en el mercado final. La Serenísima abarca la mayor porción del mercado de leche fluida y constituye, además, el principal comprador de leche en las mayores cuencas productoras del país. “No estamos verificando un problema estructural que haga peligrar nuestro abastecimiento de leche. En términos generales, está habiendo un abastecimiento normal”, afirmó el vicepresidente de la firma láctea. “No tenemos previsto un aumento; el acuerdo firmado con el Gobierno es por un año y si bien es revisable periódicamente, en estos momentos no está previsto que haya un aumento”, señaló Moreno. Evaluó que “en líneas generales” no habrá modificaciones de precios, aunque admitió que “puede haber alguna suba en abril o mayo, que no veo significativa, y en caso de que la haya en primavera o verano se retomarán” los niveles actuales.
Aunque admitió que “hay un exceso de agua por las lluvias que puede generar alguna dificultad en la recolección de la leche y hacer que puntualmente pueda haber un déficit”, Moreno estimó que “estructuralmente” no habrá problemas y que, “en condiciones normales, no debería haber sobresaltos de precios”.
Recortar esta nota y guardarla