Luego del récord de superávit fiscal que el Gobierno consiguió el año pasado, el primer mes de 2006 ratificó la tendencia. En enero se alcanzó una diferencia favorable de $ 1.603 millones, que está unos $ 150 millones por encima de lo que se obtuvo en el mismo mes del año pasado.
Las estimaciones del Ministerio de Economía, establecidas en la Ley de Presupuesto, prevén $ 21.000 millones de superávit para el año frente a los $ 19.661 millones registrados en 2005.
Fuentes de la Secretaria de Hacienda afirmaron a la agencia estatal Télam que el superávit de enero no fue mayor por un fuerte aumento de los gastos por inversión, que se incrementaron un 72% con relación a igual mes de 2005.
«Los ingresos corrientes, como seguridad social, transferencias corrientes y consumo, crecieron un 25 por ciento con respecto a enero de 2005», resaltaron fuentes de la cartera a cargo de Carlos Mosse.
El superávit se apoya en una recaudación impositiva en constante crecimiento, respaldada por la política del Gobierno de no aplicar cambios -por ejemplo- en los mínimos no imponibles de Ganancias y del gravamen a los bienes personales. Ambos se mantienen todavía inalterables, pese a la inflación que llegó a partir de la devaluación en 2002.