La oferta de gas es cuello de botella
El crecimiento reciente de la economía a tasas elevadas agotó los remanentes del sector energético y obligó a racionar recursos durante los picos de demanda.
La política oficial se centró en administrar el déficit: en la medida que la demanda superó la oferta en gas y electricidad se privilegió el consumo residencial, restringiendo el abastecimiento del sector productivo.
A partir de fines de 2008, la contracción de la actividad económica permitió que el desbalance energético se relaje. Sin embargo, durante el último invierno algunas empresas volvieron a sufrir cortes.
Por más que la perspectiva de crecimiento de la economía en 2010 sea moderada, es clave apuntalar los flancos débiles del sector energético para que no vuelva a condicionar el crecimiento de la actividad económica.