«Tuvimos la suerte de poder anunciar una recaudación récord en muchos impuestos y haber sobrecumplido la meta establecida presupuestariamente en $12.000 millones, con una recaudación superior del 27,2%», respecto de 2011, dijo la Presidente en el acto de anuncios para el sector ferroviario y obras educativas.
Más que un récord, el aumento de los recursos tributarios responde a la concurrencia del alza promedio de los precios a un ritmo de 25%, con algunos que volaron más de 40% y otros, como algunos servicios públicos que subieron menos que el promedio, y al crecimiento de la economía en torno a 2%. Es decir, de récord, muy poco.
Sí es récord, pero eso no se dice, la población asalariada que mes a mes se incorpora a la masa de contribuyentes del impuesto a las Ganancias, porque suben sus ingresos pero no se actualizan las deducciones impositivas, y por tanto caen en la red de la AFIP y pierden capacidad de consumo y, excepcionalmente, de ahorro.
También las empresas se ven afectadas por el no ajuste de sus balances por el alza de los precios y pierden capacidad de generar caja para inversiones. Nominalmente ganan más, pero su poder de compra y la relación con sus activos es cada vez más reducido.
Desde la salida de la Convertibilidad, lo cobrado por el impuesto a las Ganancias a empresas y personas subió más de 13 veces. Eso sí que es inflación. Y, si no se quiere ir tan lejos, desde 2003 se multiplicó por 9,4 y desde 2007 por más 3,2 veces.
Aumento de IVA
«Donde lo único que realmente fuimos para abajo fue en derechos de exportación, luego en todo lo que hace a impuestos batimos récord, en IVA y en cuentas corrientes, todos impuestos coparticipables»
Es saludable que los contribuyentes cumplan con el pago de los impuestos, porque son la base de la redistribución de ingresos a los sectores más desprotegidos, con planes asistenciales y subsidios para mejorar su calidad de vida.
Pero el cobro de un impuesto indirecto regresivo, como es el IVA, que se multiplicó por más de 10 veces en una década y por 3,4 desde 2007, superando largamente al aumento promedio de los salarios, no parece acorde con un modelo que dice querer mejorar el poder de compra de los asalariados.
Superávit comercial
«Creciente superávit comercial con caída del comercio con el resto del mundo por la formidable crisis mundial»
Las exportaciones de la Argentina disminuyeron en el último año en todos los rubros, no sólo en los vinculados con la sequía que afectó al agro, pese al impulso de la mega minería, sino también con el agregado de otras manufacturas agropecuarias y también las manufacturas industriales, en un contexto en el cual los precios en el resto del mundo de ese conjunto de productos se elevaron 25% en diciembre y casi 10% en el promedio del año.
Es decir el mundo no se le vino encima al país, sino que se lo esquivó.
Importaciones baratas
«Hemos tenido un incremento en derechos de importación, respecto del año pasado, del 25,6%. Y no me vengan con la inflación porque lo que se importa viene desde afuera, no desde aquí y además muchas de las cosas que se importan también vienen a precios mucho más bajos».
Los datos del Indec mostraron hasta noviembre una generalizada baja de las compras en el exterior, tanto por disminución de los precios como por la reducción de las cantidades que provocó el cepo cambiario, la mayor burocracia para aprobar los presupuestos de las empresas y la brusca desaceleración del ritmo de crecimiento de la producción y del consumo.
De ahí que en este caso, la Argentina tampoco sacó provecho del abaratamiento relativo de los productos foráneos, en particular de las máquinas y equipos necesarios para renovar las plantas industriales y mejorar su competitividad.
Más turismo interno
«Las expectativas de la gente, dónde quería veranear y bueno 71% – espontáneamente – contestó en la Argentina y 23% el exterior»
Esto no es nuevo. Históricamente la proporción de residentes que elige pasar sus vacaciones en el país supera con creces a los que optan, porque pueden, hacerlo en el resto del mundo.
Este año probablemente la proporción sea mayor por el cepo cambiario impuesto a los turistas que, pese a tener todos sus ingresos declarados, es decir en blanco, no logran pasar el filtro discrecional que aplica la AFIP para la compra de divisas en el mercado oficial.
Pero la última estadística del Indec indica que la salida de argentinos al exterior es creciente y que gastan más que el año anterior.
Quién es responsables por la inflación
«Por favor, a 3,80 el subte me parece una barbaridad. Primero porque va a quitar poder de consumo a la gente y porque va a afectar a miles y miles de personas»
Para explicar lo obvio hay que recordar que, desde 2001 el aumento del subte acumula una suba de 257%, muy por debajo del ritmo de devaluación del peso que aplicó el Banco Central (395%), y ni qué hablar del ritmo de aumento del gasto público, o la expansión del dinero en circulación, para comprar cada vez menos bienes.
Fue la primera mención a la inflación y fue para hacer responsables de la misma a provincias e intendencias.
Desendeudamiento
«Queremos dejar de ser deudores, este Gobierno no fue deudor, estamos pagando la deuda de 1978 hasta el 82»
Desde que en enero de 2006 el Gobierno inició la llamada política de desendeudamiento, con el uso de reservas del Banco Central, para no tener como acreedor al Fondo Monetario, pero también para honrar los vencimientos de los bonos de los canjes de deuda de 2005 y 2010, por la falta de capacidad de ahorro de las cuentas públicas, la deuda del sector público en su conjunto se elevó en más de u$s54.000 millones, pese a haberse hecho pagos con divisas en el BCRA por más de u$s35.000 millones.
Es cierto que el país redujo la deuda en términos de PBI, pero esa es una variable relativa distorsionada por la existencia de tipos de cambios múltiples.
El PBI llega a más de u$s510 mil millones al cambio oficial, pero si se lo calcula al dólar fuga de $7,25 se achica a u$s313 MM. En el primer caso implica una relación deuda sobre PBI de 35,8%, pero en el segundo trepa a 58,3%, unas décimas más que la proporción que existía a fines de 2001.
Crédito foto: Télam
Recaudación récord
