Ravaglia criticó además al gremialista porque “jamás se ha sentado a discutir seriamente con el Gobierno la construcción de un convenio colectivo de trabajo”. Por el contrario, “permanentemente busca generar conflictos sectoriales y cada vez que se sienta, es para discutir de cualquier cosa”.
“Hay momentos de discusiones y de acuerdos. Cuando uno habla de discusiones salariales, discute salarios; y una vez logrado el acuerdo, no se puede seguir generando conflictos”, consideró el funcionario, subrayando en tal sentido que a principios de 2012 “firmamos un acuerdo salarial para todo el año, pero ellos han activado conflictos en diferentes lugares, mediante esta política de guerra de guerrillas que pretenden instalar”.
Mencionó además que ese acuerdo salarial tuvo carácter de “histórico”, habida cuenta de que por primera vez en mucho tiempo “se incorporó dinero al sueldo básico, ordenando en parte el salario de los trabajadores. Pero esto no es bien visto por Carlos Córdoba que, obviamente, tiene más presente la defensa de los intereses municipales, generando conflictos exclusivamente en el ámbito provincial”.
Ravaglia sostuvo que el próximo 17 de junio “cumplimos cuatro años y medios de gestión, donde venimos discutiendo con el gremio para generar un escalafón único con una remuneración única, que no ocupe más de cuatro o cinco reglones en cada recibo de sueldo”.
“Esta administración pública de la única manera que se arregla horizontalmente es con un nuevo escalafón, barajando y dando de nuevo”, graficó.
Respecto a las acusaciones de que el Gobierno no quiere atender a los trabajadores, el funcionario entendió que Córdoba “tiene dificultades con las personas que lo atienden, porque los que lo pueden atender, sean Secretarios o Subsecretarios, él no quiere que los atienda; y los que quiere que lo atiendan son los que no pueden atenderlo”.
“Córdoba pregunta siempre quién no está, y entonces dice ‘quiero que me atienda ese’. Yo no pido que en vez de Carlos Córdoba venga otra persona, porque él es el Secretario General del gremio, y yo me tengo que sentar con él me caiga bien o mal, porque es quien tiene, aunque no siempre, el poder de decisión dentro del gremio”.
