El encargado de fortalecer la posición de la empresa en distintos mercados del mundo destacó la relevancia del negocio en la Argentina, donde la firma invirtió en distintas plantas de producción en Tierra del Fuego y Buenos Aires. De Jong le restó dramatismo a la desaceleración en las ventas de electrodomésticos, un mercado en el que Philips tiene un 32%. La orientación de la empresa como fabricante de artefactos de iluminación y maquinaria tecnológica para el ámbito de la salud es parte de la estrategia de reconversión con la cual la firma busca distinguirse y abrir nuevos mercados.
El directivo de Philips confía en el ritmo de crecimiento de la plaza local y espera una expansión para el presente año que duplique la del producto bruto interno (PBI).
-En este escenario mundial de crisis, ¿están poniendo más el foco sobre los mercados emergentes?
-Para Philips, América latina y la Argentina en particular no son nuevas áreas de atención. Hemos estado aquí por mucho tiempo y constituye una parte integral de nuestro negocio. Sí estamos viendo nuevas oportunidades y creemos que tenemos un papel que jugar, aprovechando las nuevas tendencias y desarrollos. Las economías están sólidas y hay buenas perspectivas económicas para hacer negocios.
-¿Cómo manejan las complicaciones propias del país, como la inflación?
-Hemos estado aquí por 75 años, sabemos cómo manejarnos en circunstancias económicas no tan favorables. Hubo situaciones similares en el pasado y pudimos superarlas. Hoy, la economía está en condiciones más favorables que en años pasados. Aquí tenemos un negocio muy sólido y muy importante.
-¿Cómo sobrellevan la suba de costos?
-En muchos países existe este problema. Lo afrontamos de dos maneras: una es que, al ser una compañía enfocada en la innovación, la presentación de nuevos productos permite introducir precios diferentes. Además, compensamos la suba de costos con productividad, tratando de hacer siempre más con menos. Eso es más fácil de hacer en economías en crecimiento. Con estas mejoras podemos ganarle la carrera a la inflación.
-Ya se percibe una desaceleración de las ventas de bienes durables, entre ellos electrodomésticos, ¿cómo los afecta?
-Me alegra que me haga esta pregunta, porque muchos asocian a Philips con productos de consumo hogareño. Y lo cierto es que, aunque son importantes, esa parte del negocios representa sólo un tercio de la producción. Iluminación y cuidado de la salud (aparatos para el área médica) son los otros dos tercios del negocio, que se desarrollan de empresa a empresa y tienen un contexto diferente.
-¿Cómo fueron ganando participación estos otros rubros?
-Philips ha ido cambiando en los últimos 10 o 15 años. Antes, éramos un conglomerado industrial que fabricaba distintos productos con un denominador común: todos tenían un cable para enchufar. Mientras tanto, fuimos tomando decisiones estratégicas para cambiar el foco del negocio, teniendo en cuenta las necesidades de una población que va envejeciendo, cuya salud necesita más atención y que va empezando a cuidar el consumo de energía y las emisiones. Nos deshicimos de algunas empresas e invertimos en otras, como Respironic, adquirida en US$ 5000 millones. Esa firma, líder en enfermedades del sueño y respiratorias, nos brindó una buena forma de entrar al hogar en el cuidado de la salud.
-¿Cómo está el negocio en el área de la salud a nivel local?
-Somos uno de los jugadores más importantes. La idea ahora es hacer un cambio en la industria: llevar la atención de la salud desde los hospitales hacia el hogar.
-¿Se vieron afectados por los controles a las importaciones?
-Creo que el campo de juego tiene que tener las mismas reglas para todos. Y esta situación de las trabas está afectando no sólo a Philips sino a todas las empresas en la Argentina. En el país hemos pasado por diferentes situaciones macroeconómicas, normas, leyes, principios o lo que fuere, y siempre hemos logrado superar la situación con éxito.
-¿Qué expectativas de crecimiento tienen para la región y el país?
-En las economías en crecimiento pedimos a los equipos locales una tasa del doble del producto bruto interno (PBI). Y como la posición de Philips en la Argentina es particularmente alta, pedimos que la expansión del negocio supere el doble del crecimiento del país.
EL PERFIL
RONALD DE JONG
Cargo: vicepresidente ejecutivo de Philips a nivel global.
Edad: 44 años.
Estudió en Rotterdam y completó su formación en las escuelas de negocios de Harvard y Stanford, en Estados Unidos. Ingresó a Philips en 1990 y ocupó distintos cargos, hasta ser nombrado miembro del comité ejecutivo y jefe de mercados de la compañía..
Por Luján Scarpinelli | LA NACION
