No fue casual que Kicillof haya sido el principal vocero del Gobierno, a pesar de que en el cónclave con los gobernadores también estuvieron los ministros Julio de Vido y Hernán Lorenzino. Luego del encuentro de la OFEPHI donde su presidente, Martín Buzzi advirtió la posición de las provincias productoras frente a la discrecional política empresaria del sector, y fue precisamente Kicillof el encargado de reafirmar la idea que los recursos son de las provincias. Sucede que el economista recibió el mandato presidencial como su “representante” en la pelea con YPF y reporta directamente a Cristina sobre lo que ve en cada movimiento.
Otro trabajito
Además de hacer el diagnóstico de cómo está la situación petrolera, quien secunda a Lorenzino tiene por delante una tarea no menor: terciar entre la silenciosa disputa entre De Vido y el supersecretario Guillermo Moreno.
Ambos funcionarios son primeros protagonistas en la embestida contra YPF aunque el secretario de Comercio fue quien inició la última ofensiva luego de recibir un informe lapidario acerca de la producción. Mientras Moreno quiere redoblar la apuesta, De Vido mantiene su perfil conciliador con la petrolera.
Es más, según consignó el sitio especializado lapoliticaonline, uno de los objetivos del viaje de Moreno a Angola –nuevo jugador petrolero a nivel mundial- sería la de abrir conversaciones con los magnates de esa nación africana para asegurarse el abastecimiento, mientras De Vido nunca ocultó su preferencia por Venuezuela o Qatar.
Por eso Kicillof funciona como un “auditor” de los panoramas que plantean los otros dos funcionarios suelen presentarle a la Presidenta. “Cristina está deslumbrada con Kicillof. Lo recibe dos o tres veces por semana y cuando los ministros van a reunirse, se asombran de verlo por los pasillos cercanos al despacho presidencial”, aseguraron fuentes confiables.
Un dato no menor: Kicillof reporta directamente a Máximo Kirchner, que no viene teniendo buenas relaciones con la familia Eskenazi, uno de los dueños de YPF. Por eso, en la petrolera creen que la embestida no cesará sino que, por el contrario, los controles y las presiones se incrementarán.
Son ocho
Esta semana, acompañando la estrategia nacional de salir a controlar la producción petrolera y cuestionar las inversiones privadas, los mandatarios que componen la OFEPHI firmaron un documento que le exige a las empresas que eleven el nivel de producción de petróleo y gas en el país.
Comandados por el gobernador de Chubut, Martín Buzzi, los mandatarios de Neuquén, Mendoza, La Pampa, Jujuy, Salta, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Río Negro firmaron el acta.
También participaron los ministros de Planificación, Julio De Vido; y de Economía, Hernán Lorenzino, el secretario de Política Económica, Axel Kicillof y el secretario de Energía, Daniel Cameron. Además, estuvieron presentes representantes del sindicalismo como el titular de los estacioneros y diputado Carlos Acuña.
Más control
En ese marco Buzzi que remarcó que “con las condiciones objetivas que tiene el país, tanto en yacimientos convencionales como no convencionales, la Argentina no debiera importar energía”.
“En los próximos 15 días haremos una presentación fijando el nivel de producción que tiene cada uno de los yacimientos, cuáles son las inversiones necesarias, qué cantidad tiene para perforar y número de personas empleadas”, adelantó.
Con ese documento, los gobernadores tendrían ya una herramienta para comenzar a estudiar una posible quita de concesión de áreas a las empresas petroleras con la excusa de la falta de inversión.
En Chubut
Por caso, en Chubut, la principal queja de Buzzi contra YPF es que de las cuatro áreas concesionadas, la firma de capitales españoles y la familia Eskenazi concentra el 80 por ciento de las inversiones en una y el 20 por ciento restante para las otras tres. Lo mismo plantearon los gobernadores donde la empresa explora el petróleo no convencional: allí centra sus operaciones y desatiende el resto de los pozos.
Igualmente, cuando la prensa preguntó si en el cónclave se habló de una posible nacionalización de YPF quien salió a ponerle paños fríos fue Kicillof, quien recalcó que “más allá del carácter privado o no, los yacimientos, por la Carta Magna, están en manos de las provincias y ellas verán como se procede”.
“Esto no es un ataque a las empresas sino una manera sensata de hacer las cosas. La mayoría de los argentinos entiende que por el nivel de reservas que tenemos no podemos pasar por una carencia de petróleo y gas”, indicó.
La duda de Sapag
Pese a que el documento contó con el respaldo de todos los presentes, quien pidió se mostró dubitativo en la reunión fue el gobernador de Neuquén, Jorge Sapag, quien habría pedido que se “suavicen las críticas” hacia YPF. Sucede que el mandatario no quiere perder las fabulosas inversiones que la empresa está haciendo en su provincia en petróleo no convencional.
El año pasado, YPF anunció el descubrimiento de un yacimiento equivalente a mil millones de barriles en Vaca Muerta y por eso Sapag “intenta hacer equilibrio”, según contaron las fuentes, entre el deseo del Gobierno y del resto de los gobernadores y su propio interés provincial.
Igualmente, sobre el fin de la reunión se modificó el punto 5 del documento y Sapag firmó sin comentarios.
Contrariamente, el que se mostró eufórico fue el ministro De Vido. “Era lo que necesitaba el Gobierno, el respaldo unánime de todos los gobernadores. Por eso fue, lejos, el que más levantó la voz en la reunión y sobre todo cuando se criticó a YPF”, contaron.
Fuente:diario de Madryn.
