Por lo menos novedosa, es la manera por la cual IFEFI otorgar un poder, supuestamente legal, para llevar adelante una negociación por u$S 180 M. Solo le bastó mandar un MSN.
¿Cómo solucionó el Gobierno tamaño despropósito legal?: Fácil, con una promesa. En la Carta Intención que se firmó en 5 de octubre de 2010 el representante de IFEFI dijo que “quien manifiesta en carácter de declaración jurada que cuenta con facultades suficientes para el presente acto, comprometiéndose en este acto a adjuntar la documentación que acredite las mismas en un plazo razonable” (foja 80 expediente 17336/MO)
IFEFI participa, sin respaldo legal, del Acta de la Comisión creada por la Carta Intención, del día 13 de mayo de 2011, sin que medie ningún reproche de los organismos de control interno del Gobierno de Fabiana Ríos,
Dejando el novedoso sistema del MSN para otorgar un poder “casi” legal, IFEFI vuelve a la tradicional nota escrita para, esta vez, nombrar como su apoderado al Sr. Fernando Gliubich Sanchez, apoderado de las dos Piedrabuena SA. Otra vez los controles internos del Gobierno brillaron por su ausencia. (foja 110 del expediente 17336/MO)
Conclusiones: La participación de IFEFI en el marco del expediente es por demás llamativa. Si bien ahora sabemos porque, la empresa financiera que iba a solventar los gastos que demandara la construcción del Puerto Caleta La Misión, nunca pudo acreditar fehacientemente su personería jurídica. No hay un solo funcionario del Gobierno de Fabiana Ríos, que observara que los diferentes actos que suscribió IFEFI están viciados de nulidad jurídica absoluta, ya que nunca contaron con la legalidad que el caso impone. La falta de control por parte de los estamentos internos es tan sospechoso, que bordea lo delictivo.