Los subsidios otorgados a otras empresas públicas ya son el tercer rubro en importancia dentro del monto total y se duplicaron en los primeros nueve meses del año. Más del 70% de la suba obedece a las transferencias a la empresa AR-SAT (+850% i.a.).
Los subsidios a la ONCCA dejaron de caer y retomaron el crecimiento en términos interanuales en el tercer trimestre. De todas maneras, este año se gastará lo mismo que en 2009 (lo que implica una caída en términos reales).
Para el año próximo no prevemos un alivio de la carga estructural que los subsidios representan para las cuentas públicas, ya que el Gobierno intensificará la utilización de las tarifas –junto con el tipo de cambio- como ancla nominal para contener las presiones inflacionarias.
En este marco, las tarifas seguirán atrasándose respecto de los demás precios y costos de la economía. Esto implica mayores subsidios para las empresas que proveen los servicios subsidiados, pues dado su situación financiera no pueden absorber el diferencial de la suba de costos (especialmente salarios) sin correlato en los precios de sus ventas (tarifas).
Por caso, los operadores de trenes y subtes cubren con sus ingresos corrientes menos del 40% del gasto en salarios, mientras que CAMMESA es la primera deudora del sistema financiero.
Más allá de que se apruebe o no el proyecto de Presupuesto, las partidas iniciales de subsidios para 2011 serán similares a lo gastado este año. Igualmente, esas cifras no reflejan los montos que efectivamente alcanzarán las transferencias el año próximo puesto que estas partidas luego se modifican.
Con sólo mantener su peso dentro del PBI (escenario de mínima) el gasto en subsidios alcanzará los $ 63.000 millones el año que viene.
Los subsidios alcanzarán $ 48.000 millones en 2010
Tras el “freno” del año pasado (crecieron sólo 5,2%), los subsidios volvieron a acelerarse. A septiembre, el gasto en compensaciones a sectores económicos ascendió a $ 35.200 millones (+47% i.a.), superando en sólo nueve meses el monto total de 2009 y el gasto presupuestado originalmente para 2010.
La cuenta más onerosa dentro del esquema de subsidios sigue siendo, por lejos, la destinada al sector energético (la mitad del total). Entre las compensaciones a CAMMESA (sostenimiento de tarifas eléctricas), ENARSA (importación de combustibles) y otras, las transferencias para este sector alcanzaron $ 18.000 millones (+56% i.a.) en los primeros tres trimestres del año.
De esta manera, ya no sólo se erogaron por subsidios energéticos más pesos que en todo 2008 sino que en relación al producto volvieron al nivel máximo de la serie (1,6% del PBI). Estos elevados montos muestran la delicada situación que atraviesa el sector.
Entre enero y septiembre las transferencias al transporte -que representan un tercio de los subsidios- se expandieron 30% i.a., motorizadas principalmente por el Fondo Fiduciario de Infraestructura del Transporte (+50% i.a). Como mencionamos en reiteradas oportunidades, este fondo otorga compensaciones a través de distintos sistemas, en parte con recursos propios y en parte con transferencias nacionales (hasta septiembre gastó $ 5.900 millones y recibió $ 3.300 millones del Tesoro).
Las transferencias a Aerolíneas Argentinas ($ 1.650 millones) cayeron 9% i.a. en dicho período. Sin embargo, esta línea de gastos volvió a acelerarse en los últimos meses ya que su presupuesto anual ($ 2.320 millones) se agotó a principios de noviembre.
Cabe recordar que a lo largo del año estas partidas ya se habían ampliado en dos oportunidades, ambas para gastos corrientes (el presupuesto inicial era de $ 1.470 millones). El Decreto recientemente firmado le otorgó créditos adicionales por $ 380 millones, por lo que el “piso” de incremento de las transferencias a Aerolíneas en 2010 asciende a 17% anual.
Los subsidios destinados a otras empresas públicas se duplicaron en relación a un año atrás y ya son el tercer rubro en relevancia dentro del total. Cabe destacar en este caso que más del 70% de la suba obedece a las transferencias a AR-SAT (pasaron de $ 113 millones a $ 1.086 millones), empresa estatal dedicada al desarrollo de telecomunicaciones satelitales. Más aún, en el proyecto de Presupuesto 2011 –de difícil aprobación- se destinan $ 2.700 millones a dicha empresa.
Finalmente, en el tercer trimestre volvieron a crecer las compensaciones cursadas por la ONCCA (destinadas al sector agroalimentario), que venían cayendo en términos nominales desde mediados de 2009. De todas maneras, para este año estimamos que las mismas se ubiquen prácticamente en el mismo nivel de 2009 ($ 2.300 millones), lo que implica una caída en términos reales.
A principios de año alertábamos sobre la re-aceleración del gasto en subsidios, dado que todos los drivers que contribuyeron a disminuir su tasa de expansión de 78% i.a. en 2006-2008 a 5% i.a. en 2009 operarían en sentido contrario este año. Entre los principales factores que impulsan estos gastos se encuentran: el aumento de la demanda de los servicios subsidiados, las presiones de costos y la creciente distorsión de los precios relativos por el retraso tarifario.
Para reforzar este último punto, puede verse que los precios del transporte público de pasajeros, electricidad y combustibles para el hogar crecieron en conjunto sólo 6,2% en los primeros diez meses del año, muy por debajo de los restantes rubros del IPC Ecolatina (+23,4%). En relación a diciembre 2001, la suba acumulada de los primeros (+102,3%) fue menos de un tercio que la registrada en el resto (+337,9%).
Con el incremento presupuestario dispuesto esta semana existe para el año un “piso” de gasto en subsidios de $ 47.000 millones, aunque el rápido agotamiento de las partidas (especialmente en energía y transporte) seguramente obligue a ampliaciones adicionales.
Según nuestros cálculos, las transferencias a sectores económicos alcanzarán en 2010 al menos $ 48.000 millones. De esta forma, se ubicarán en torno de 3,3% del PBI, por encima de la marca de 2008 (3,2% del producto).
Los subsidios seguirán creciendo en 2011
En numerosas oportunidades destacamos que los subsidios no sólo constituyen un peso estructural para las cuentas públicas difícil de desactivar sino que no generan estímulos para aumentar la oferta. Esta situación no cambiará en 2011.
El año que viene, la política fiscal, monetaria y de ingresos serán expansivas exacerbando aún más las presiones inflacionarias. Para evitar desbordes prevemos que el Gobierno intensifique la utilización de las dos principales anclas para moderar la suba de los precios: el tipo de cambio y las tarifas.
Así, las empresas que proveen los servicios subsidiados sufrirán un nuevo incremento de costos (similar a la inflación), que no será compensado con mayores precios (tarifas). Esto obligará a incrementar el gasto en compensaciones, ya que la situación financiera de las empresas proveedoras no es holgada.
Por caso, a septiembre las empresas que gestionan los ferrocarriles y subterráneos cubren apenas entre el 30% y el 40% del gasto en salarios con las ventas de boletos.
Por el lado del sector energético, la situación es similar. CAMMESA (la empresa que compra la energía al costo de generación y la vende a las distribuidoras a precio congelado) se convirtió en los últimos años en la principal deudora del sistema financiero. Vale destacar que en diciembre de 2005 no figuraba dentro de las primeras 100 instituciones y en agosto de 2010 registraba deudas bancarias por más de $ 5.000 millones, triplicando la relación respecto de igual mes de 2008.
Es decir, sobre una situación financiera delicada para las empresas que proveen los servicios subsidiados prevemos una intensificación del uso de tarifas como mecanismo de contención de precios. Por ello, será necesaria una nueva suba del monto total de compensaciones pagadas.
Para ponerlo en otro términos, con el incremento de la actividad económica (+4,5% i.a) subirá la demanda por servicios subsidiados mientras que la compensación necesaria para proveer una unidad de dicho bien aumentará por el mayor retraso que tendrán las tarifas en relación al resto de los precios de la economía. La cuenta de subsidios, que surge de multiplicar cantidades por precios, tendrá entonces fuertes presiones al alza.
Más allá de que se apruebe o no el proyecto de Presupuesto 2011, el crédito vigente inicial para gasto en subsidios alcanza cerca de $ 49.000 millones, ya que el Presupuesto ampliado de este año contendrá hacia diciembre un monto similar.
No obstante, y tal como sucedió en los últimos años de crecimiento, las partidas iniciales resultarán exiguas (en este caso representan sólo 2,5% del PBI) y se agotarán rápidamente, teniendo que ser reforzadas a lo largo del año vía Decisiones Administrativas o DNU (este año ya se sumaron ampliaciones por $ 13.650 millones).
En definitiva, con sólo mantener su peso en relación al producto (3,3% del PBI), el año próximo los subsidios superarán los $ 63.000 millones.
Fuente:Ecolatina.
Director Economista:Roberto Lavagna.
Especial para La Licuadora.
