Según explicaron quienes participaron en las reuniones previas, el acuerdo tendrá definiciones generales sobre los marcos en los que se contendrá la disputa entre empresas y trabajadores en un año electoral como 2011. Sucede que el fuerte gremio petrolero –en varias ocasiones estuvo a punto de desabastecer de gas y crudo al país, algo que impidió la intervención de la Presidenta– suele tener manifestaciones virulentas cuando reclama ajustes salariales. A los empresarios, en tanto, se les reclama mayor compromiso con la inversión. En despachos privados deslizaron que la intención es que la pauta salarial del sector petrolero para el año que viene gire en torno al 20% y actúe como referencia para otros sectores. En la práctica, el Gobierno es el último garante de las mejoras salariales, ya que puede conceder mejoras en el precio del crudo y del gas a las empresas que luego trasladen, al menos parcialmente, al pago de salarios. De Vido y sus colaboradores ya pusieron en marcha esos mecanismos y esperan anunciar en diciembre que el nuevo gas para industrias costará entre u$s 4,50 y u$s 7,50 por millón de BTU (la unidad de medida), por encima de los u$s 2,20 actuales que paga el sector productivo.
Fuente:Inversor Energético y Minero.
