El acto de apertura estuvo a cargo de la secretaria de Asuntos Sociales, profesora Silvia Rosso, quien estuvo acompañada por su par de la Producción, profesor Gustavo Melella y la directora general del Área Municipal de Salud, doctora Margarita Gayá, entre otros funcionarios municipales, representantes de fuerzas de seguridad y público en general que colmó las instalaciones de este Centro de Gestión Participativa.
La profesora Silvia Rosso convocó a la sociedad a “trabajar en una red solidaria para afrontar juntos esta problemática de la violencia” y observó que la mayoría de las veces “la violencia no solo es física, sino también verbal y en otras, manifestaciones sutiles”.
Recordó que esta idea nació desde el Municipio “y de personas públicas que tenían intenciones de trabajar en forma abierta hacia la comunidad esta problemática, pensábamos cómo abordarla. Se propusieron talleres, charlas, jornadas de trabajo, teniendo como base que la violencia estaba instalada en el mundo entero y obviamente en nuestra comunidad”.
Agregó que “no queremos que esta violencia que ya está instalada en Río Grande, siga creciendo y es así que decidimos abordarla y por eso invitamos a ONGs, iglesias, colegios, organizaciones de la sociedad civil, para que empecemos juntos a pensar en esto y hacer de Río Grande una ciudad con una mejor calidad de vida”.
La integrante del Gabinete municipal agradeció en nombre de la gestión del intendente Jorge Martín “por estar acompañándonos en esta primera jornada – taller y ver cómo podemos proyectarnos para los meses venideros y el año entrante, para tener más presencia en las escuelas y con los jóvenes. Abordar la violencia desde los diferentes sectores”.
Por último, la profesora Silvia Rosso confió que la intención del municipio “es poner en la comunidad herramientas, para que nuestros vecinos e instituciones educativas puedan saber que la comunicación con el otro no es la violencia, sino el diálogo”.
En tanto la licenciada Ana Andrade, coordinadora del área de Desarrollo Humano, explicó que para abordar una temática de estas características, “siempre es necesario un trabajo interdisciplinario y articulado entre distintas áreas y eso es lo que hicimos”, dijo y agregó que este taller es una primera instancia de abordajes ulteriores y cada vez más complejos.
En esta primera instancia se abordó la violencia como concepto general y la violencia familiar.
Los disertantes fueron la doctora María Inés Padró; la licenciada en Psicología Jimena Frenda Tubello; la abogada Carolina Casasola y la propia licenciada Ana Andrade.
Cabe destacar que la Secretaría de Asuntos Sociales emitió un tríptico explicativo de apoyo a este taller.
La temática de la violencia
La violencia (del latín violentia), según la acepción más aceptada universalmente, es un comportamiento deliberado que provoca, o puede provocar, daños físicos o psicológicos a otros seres, y se asocia, aunque no necesariamente, con la agresión física, ya que también puede ser psicológica o emocional, a través de amenazas u ofensas. Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad, otras son crímenes. Distintas sociedades aplican diversos estándares en cuanto a las formas de violencia que son o no son aceptadas. Por norma general, se considera violenta a la persona irracional, que se niega a dialogar y se obstina en actuar pese a quien pese, y caiga quien caiga. Suele ser de carácter dominantemente egoísta, sin ningún ejercicio de la empatía. Todo lo que viola lo razonable es susceptible de ser catalogado como violento si se impone por la fuerza.
Existen varios tipos de violencia, incluyendo el abuso físico, el abuso psíquico y el abuso sexual. Sus causas pueden variar, las cuales dependen de diferentes condiciones, como las situaciones graves e insoportables en la vida del individuo, la falta de responsabilidad por parte de los padres, la presión del grupo al que pertenece el individuo (lo cual es muy común en las escuelas) y el resultado de no poder distinguir entre la realidad y la fantasía, entre otras muchas causas.
La violencia familiar
Toda acción u omisión cometida en el seno de la familia por uno de sus miembros, menoscaba la vida o la integridad física o psicológica, o incluso la libertad, que causa un serio daño al desarrollo de la personalidad, especialmente del o los afectados.
Esto produce miedo, temor, inhibición, angustia, desalienta el desarrollo de potencialidades y genera trastornos en el desarrollo de la personalidad. En niños y adolescentes produce severos desajustes en la conducta y alteraciones en el aprendizaje.
Según la doctora Padró, “la violencia es ante todo un desafío; debemos enfrentar el problema desde una actitud activa, evitando el ocultamiento. También, debemos convertirnos en testigos voluntarios, que denuncien, informen y transmitan lo que de estas situaciones conocemos”.
