“El viernes a las 19:00 horas la máquina ya estaba acá y ahora está a pié de obra así que cuando la marea lo permita comenzará con el trabajo específico que es excavación en roca para la colocación de los últimos 230 metros del caño que aún falta colocar”.
Agregó que “con la colocación de este tramo del ducto, toda la parte de cañería estaría completada y en condiciones operativas”.
La Colectora Cloacal Máxima Norte tiene dos etapas, la primera es el ducto de más 7.600 metros que incluye la Planta Impulsora de Líquidos Cloacales, “que es lo que se aprobó como proyecto y es también lo que aprobó el Ente Regulador y de Fiscalización Provincial sobre la cuestión ambiental”.
La segunda fase, “que no debe superar el plazo de dos años, se debe extender el ducto hasta el final de la restinga”.
La envergadura de esta obra de infraestructura y la manera como está construida, permitirá que preste servicios por muchos años. “Estimamos un horizonte que va de 25 a 30 años con la posibilidad de llegar hasta el medio siglo de uso en razón de cómo aumente la población ya que Río Grande ha experimentado cíclicos crecimientos que podrían decirse casi explosivos”.
La Planta Impulsora “con buen ritmo de avance”
También el arquitecto Gallo realizó una recorrida por la estación de la Planta Impulsora de Líquidos Cloacales el viernes por la tarde supervisando el avance de la instalación de los tableros de comando y la colocación de las bombas impulsoras de 105 caballos de fuerza. “Los trabajos están todos con un buen ritmo de avance; está también llegando el transformador que es el último componente que en este momento no se encuentra a pie de obra y con eso se completaría la parte de la instalación eléctrica y después de eso llegaría la gente de FLY, que es especialista en poner a punto las bombas impulsoras, que ya están montadas en su sitio”.
En este sentido detalló que “la puesta a punto de estas bombas requiere de calibraciones y regulaciones electrónicas específicas sobre un arranque lento primero y luego una potencia plena para la impulsión para que la cañería no sufra lo que se denomina técnicamente como un ‘golpe de ariete’ ni cuando arranque ni cuando deja de bombear”, concluyó.
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