“Los argentinos tienen el precio del gas muy bajo, el cual debe estar en torno a los 3 dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU, según sus siglas en inglés), pero el fluido que ellos exportan tiene impuestos asociados muy altos. En suma, no es conveniente para nosotros adquirir gas desde el país vecino, ya que finalmente es mucho más caro que el GNL”, explicó una fuente a Hidrocarburosbolivia. Ésa es una de las razones principales por las que se invirtieron u$s 1.066 millones en el proyecto de GNL Quintero, ideado cuando la situación argentina determinó la modificación de las condiciones de abastecimiento de gas natural trasandino, escenario que hizo necesario contar con fuentes independientes y seguras. Dicho proyecto fue liderado por la estatal ENAP y un consorcio integrado por BG Group (que participa con un 40%) y Endesa y Metrogas (a cargo de un 20%). Lo curioso es que el Gobierno nacional planea construir una planta regasificadora de GNL similar en la provincia de Buenos Aires. Inspirado en Quintero, el complejo costaría u$s 150 millones y su producción tendría como destino las centrales termoeléctricas de Timbúes y Campana.
Fuente:Inversor, energético y minero.
