Los outlets, tan vigentes como en la crisis guía para comprar más barato

La gente los aprovecha para acceder a buenos precios sin resignar calidad; las empresas, para liquidar el stock sobrante Sin la fiebre de otros años, pero con el mismo entusiasmo que entonces. El arte de revolver canastos, percheros, cajas y estantes sigue tan vigente como en plena crisis. Es que la consigna es siempre la misma: gastar poco (o lo menos posible) sin resignar calidad. En Tierra del Fuego muchos hacen pasar ropa de segunda como si fuera de primera y te la cobran a precio de primera. Este informe de La Nacion sirve para que no te engañen.

Los outlets nacieron precisamente para satisfacer esa búsqueda de equilibrio entre precio y marca que tanto cuesta encontrar. Tuvieron su auge en 2002, pero se mantuvieron a fuerza de ofertas atractivas y como una forma de escaparle a la inflación.

El negocio es redondo: para las empresas sirven como lugares donde se liquida stock, y para la gente es la oportunidad de acceder a marcas que de otra manera debería resignar. Aunque el porcentaje varía de una empresa a otra, en general se obtienen descuentos que van desde un 15 hasta un 50% respecto de lo que se paga en el comercio habitual.

«La gente necesita relación precio- calidad y el fabricante necesita liquidar stock. El outlet aparece como una buena alternativa para ambos», expresó Vicente Lourenzo, secretario general de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME).

Las ventas en outlets dan buenos dividendos. Según las empresas, las transacciones en esta especie de «lado B» de las principales marcas representa entre un 15 y un 20% del total de la facturación.

El otro circuito

Munro fue el primer polo textil que comenzó a vender los saldos de las firmas de ropa más importantes de la década del 70 y del 80.

Ya en los 90 comenzaron a aparecer circuitos off en la Capital y alrededores. Avellaneda, Once y la avenida Córdoba, que todos los sábados recibe 6000 visitantes; son los lugares elegidos para vender prendas discontinuas o de segunda selección.

En Palermo Hollywood es posible toparse con el de Uma (Humboldt 1863). Allí pueden hallarse remeras por 15 pesos, polleras por 30 y pantalones por 40 pesos. Todo lo que cuelga de los percheros viene con descuentos que van desde el 30 hasta el 70 por ciento.

Chacarita también es otro barrio que concentra varios outlets de indumentaria. Allí está la fábrica de Chocolate (Dorrego 864). Los jeans se consiguen por 42 y 65 pesos; las remeras, por 20, y los pantalones de corderoy, por 39 pesos. Pero hay que buscar y revolver porque no abundan los talles medianos.

A pocas cuadras de ahí están los puntos de venta de Nike (Corrientes 6433) y de Puma (Federico Lacroze 4110). En el primero es posible encontrar camisetas de Boca por 35 pesos y el short que la acompaña por 31. Para completar el equipo, hay botines por 97 pesos.

Pero, sin duda, el atractivo está en las zapatillas. Ahí la suerte es dispar: hay modelos por 80 pesos y otros que se cotizan a 350. De los más baratos suele faltar talle y color. «Hay que tener paciencia y saber buscar. Los precios están entre un 20 y un 30% más baratos que en las casas normales», contó Walter Tessio, mientras se probaba unas Air Zoom Total que costaban 90 pesos. En Puma hay pares de zapatillas por 75 pesos y otros por 150 que en los shoppings se están vendiendo a 225 pesos. «Lo que pasa es que los colores son viejos. Pero el modelo es el mismo», explicó el vendedor.

También en Chacarita hay outlets de ropa de esquí y de turismo aventura. Buenos Aires Sport (Forest 334), que comercializa las marcas Columbia, Alpine Skate y X-Terra, entre otras, ofrece productos entre un 10 y un 40% más baratos.

Para los más chicos, Cheeky (Alvarez Thomas 1432) también tiene descuentos. «En los últimos años tuvimos un crecimiento del 30% en este canal. Es una buena alternativa para comprar y cuidar el presupuesto», comenta Hernán Gálvez, gerente de marketing de la compañía.

En ropa para cama, Arredo también ofrece buenos precios en su outlet (Medrano 498). Allí, los descuentos rondan el 30 por ciento. Hay sábanas de dos plazas por 40 pesos, acolchados por 50 y toallones por 20 pesos.

Para que las sábanas se luzcan, nada mejor que un buen colchón. La Cardeuse tiene su outlet en Núñez (Av. del Libertador 7808). Allí, un colchón y sommier de 1,60 m de ancho se consigue por 1480 pesos o 1760 pesos, según el tipo de resorte. El de una plaza está a 1030 pesos.

Tecnología

Pero los outlets no se limitan a la indumentaria. También hay casas de electrónica que ofrecen sus productos con descuento. Sony tiene un outlet oficial (Cabildo 4223) con precios más que interesantes. Hay tres categorías de productos con descuento: los que tienen el embalaje roto (25% menos), los que vienen con una falla estética (40% de descuento) y los productos discontinuos (15% menos). Por ejemplo, un plasma de 42 pulgadas que en las cadenas de electrodomésticos cuesta 11.000 pesos, aquí se vende por 8900.

«Es bueno aclarar que no tiene ningún tipo de uso. Muchas veces la gente confunde el outlet con lo usado, pero acá se vende todo nuevo», aclara Matías Etchegaray, uno de los vendedores de Sony Outlet Shop.

Otros precios de referencia: un televisor 29 pulgadas con pantalla plana cuesta $ 2400, mientras que en los locales sale $ 3000. También hay una cámara de fotos que de $ 3299 en el mercado, se vende a $ 2200. En este caso, falta el cargador y la batería, que cuestan $ 400.

«Estos precios no sólo atraen a los argentinos; también vienen varios extranjeros que se llevan cámaras, filmadoras o algún equipito chico», cuenta Etchegaray.

Por Laura Reina
De la Redacción de LA NACION

loading...

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *