LA INFLACIÓN EN EL INTERIOR DEL PAÍS

“En el contexto actual, un incremento de salarios -en línea con la inflación esperada-, repercutirá en un aumento del nivel general de precios, a pesar de que el ajuste salarial no sea la causa principal de dicho fenómeno.”

LOS AUMENTOS SALARIALES Y LA INFLACIÓN
En momentos en que se están discutiendo las paritarias en la mayoría de los sectores productivos, tanto los empresarios como el Gobierno buscan limitar el incremento de salarios, aún frente al reclamo de los representantes sindicales que ven como el fenómeno inflacionario erosiona los ingresos reales de sus representados. El debate parece reducirse entonces a dilucidar si los incrementos salariales “excesivos” inevitablemente se traducirán en subas de precios. En efecto, para la teoría económica el nivel nominal de los salarios depende principalmente de dos factores: en primer lugar, del nivel esperado de precios y, en
segundo término, de la tasa de desempleo (que a su vez se encuentra íntimamente vinculada con la esfera productiva del ciclo económico). Así, un incremento de los salarios nominales por encima de las expectativas de inflación, podría generar un nuevo ajuste (al alza) del nivel
general de precios. Sin embargo, si bien para el modelo clásico de fijación de salarios, el ingreso de los trabajadores es una consecuencia del nivel esperado de precios, la inflación no tiene que ser necesariamente una consecuencia de la dinámica de los sueldos. La causalidad no es directamente reversible. Por el contrario, el incremento de los precios (y más en una economía como la argentina) es un fenómeno multi-causal que encuentra sus fundamentos en las características de su esfera productiva, en la coyuntura local e internacional y en las políticas fiscales y monetarias que desarrollan los diferentes gobiernos de turno.
No obstante, en determinadas circunstancias el impacto nominal de un incremento de salarios puede trasladarse total o parcialmente a los precios finales de venta y, por ende,traducirse en inflación. Por ejemplo, la devaluación del peso argentino en 2002, en un contexto de recesión económica, implicó una fuerte licuación de los salarios reales. No
obstante, la recuperación del nivel de actividad a partir de 2003, repercutió directamente en una recomposición del poder de compra de los haberes. En otras palabras, la recuperación del salario durante el período 2003-2006, no fue necesariamente inflacionaria; sino que implicó una redistribución del ingreso a favor de los asalariados del sector público y privado: entre Diciembre de 2002 y Diciembre de 2006, el salario nominal promedio creció aproximadamente un 75%, mientras que la inflación acumulada alcanzó al 35%.
Sin embargo, a partir de 2007, y sobre todo una vez superada la crisis financiera global y la recesión del último año, el escenario es un tanto diferente. La inflación adquiere un rol protagónico dentro de los males que arremeten contra la economía local y las pujas distributivas o las paritarias salariales amenazan con incitar una nueva espiral inflacionaria.
Ahora bien, antes de evaluar el impacto de un incremento de salarios en la dinámica de los precios, es importante ver más allá de la superficie del fenómeno e intentar entender las causas que inducen a esta inflación recurrente. Concretamente, el 2009 comenzó con una marcada desaceleración de los precios impulsada principalmente por la caída del nivel general de la actividad económica, junto con la reducción del precio internacional de los alimentos que trajo aparejada la crisis internacional. No obstante, las políticas internas mantuvieron su carácter expansivo para intentar contrarrestar el enfriamiento de la economía. La política fiscal hizo crecer el gasto muy por encima del ritmo de los recursos y el
BCRA canceló deuda (Lebacs) en efectivo para evitar una gran desmonetización de la economía. En síntesis, con los elevados niveles de utilización de la capacidad instalada de la industria, sin inversión genuina destinada a actividades productivas y con políticas que incentivan la demanda agregada, la aceleración de los precios responde casi inmediatamente a la expansión del producto; así funciona el modelo económico actual: este sistema no tiene capacidad de ajustar vía cantidades (mayor producción) y lo termina haciendo vía precios. Por
lo tanto, en el contexto actual, un incremento de salarios -en línea con la inflación esperada-, repercutirá en un aumento del nivel general de precios, a pesar de que el ajuste salarial no sea la causa principal de dicho fenómeno. En otras palabras, el ajuste del poder adquisitivo de
los salarios termina contribuyendo con la aceleración de la inflación, en un marco de exceso de demanda, de políticas fiscales que incentivan este desequilibrio, de inversión insuficiente y de saturación de la utilización de la capacidad instalada en la esfera productiva.

INFLACIÓN E&R Y PERSPECTIVA

 Según el índice de precios de E&R, en Marzo 10’, la inflación minorista alcanzaría un 2,3% (mensual), impulsada principalmente por un fuerte aumento de los alimentos.
 De este modo, el 2010 empezaría su curso con una marcada tendencia alcista en lo que respecta a los precios minoristas, haciendo que el incremento de precios de los últimos 12 meses se ubique en torno al 20,1% anual; en contraste con el aumento – interanual- de los precios minoristas para el INDEC, que alcanza un 9,5% aproximadamente entre Febrero de 2010 y el mismo período de 2009.
 Cabe señalar, el cambio de tendencia que tuvo el aumento de precios una vez superadas las elecciones legislativas de Junio ’09, que se potencia sucesivamente con la recuperación del nivel de actividad y el aumento del precio de los alimentos en el mundo.
 Por último, para el 2010 se proyecta una inflación anual (entre puntas) mayor al 23%, con un aumento de precios promedio del 1,8% mensual.

LA INFLACIÓN EN EL INTERIOR DEL PAÍS

A partir de la interrupción de la difusión del IPC Nacional por parte del INDEC a partir del mes de junio de 2008, se debe analizar la evolución de la inflación minorista en el interior del país utilizando información publicada por las Direcciones Provinciales de Estadísticas y Censos. En
este sentido, corresponde aclarar que en algunas jurisdicciones se elaboran índices de precios autoponderados (Santa Rosa, Paraná, Chubut y Río Negro) que no resultan directamente comparables con los índices ponderados (San Luis, Posadas y GBA), calculados a partir de
encuestas de consumo y gastos de los hogares.1
Al comparar la inflación minorista en Febrero de 2010, sobresale una gran disparidad entre las distintas jurisdicciones para las cuales se dispone de información. Así, la dinámica de precios minoristas varía desde una inflación mensual del 4,4% en San Luis, hasta un aumento
de precios del 0,3% en Entre Ríos. Cabe resaltar, que la diferencia del incremento de precios entre los datos relevados por el INDEC (inflación en GBA) respecto al resto de las jurisdicciones, parece achicarse este último mes, como consecuencia del contexto de aceleración de precios que atraviesa la economía local, además de que algunas jurisdicciones
-como el caso de Entre Ríos- exhiben menores niveles de inflación minorista.
1 Por falta de referencia en las direcciones de estadísticas provinciales, no se han relevado los precios de la jurisdicción de Río negro, Jujuy, Misiones y Chubut.

Febrero’10: Inflación Mensual en las Provincias
Fuente: E&R en base a Direcciones Provinciales de Estadísticas y Censos.
Considerando la inflación acumulada durante el primer bimestre del año, se destaca el incremento de precios de la provincia de San Luis, Neuquén y La Pampa, con tasas del 6,7%, 4,3%, 4,2%, respectivamente.
En el otro extremo, la región del Gran Buenos Aires y Entre Ríos presentan los menores niveles de inflación acumulada entre enero y Febrero de 2010 con 2,3% y 1% respectivamente.

Inflación Acumulada en el primer bimestre de 2010
Fuente: E&R en base a Direcciones Provinciales de Estadísticas y Censos.
No obstante, la heterogeneidad de la dinámica de precios entre las provincias relevadas se profundiza si se considera la inflación acumulada durante los últimos doce meses. De hecho,en el interior del país, la inflación anual se ubica muy por encima del aumento registrado
por el IPC-GBA. San Luis, por su parte, (24,9%) encabeza el ranking de inflación acumulada,con un incremento mensual promedio del 1,9%. A continuación se ubican Neuquén (19,8%) y

La Pampa (19,6%). Del otro lado, se ubica el Gran Buenos Aires con una inflación anual de apenas 9,1% (en el período Febrero 09’ – Febrero10’), que mensualizada asciende al 0,7%.

Inflación Acumulada Últimos 12 Meses
dic-09 ene-10 feb-10
Fuente: E&R en base a Direcciones Provinciales de Estadísticas y Censos.
Por último, se verifica la tendencia que veníamos señalando en los reportes anteriores: la recuperación de los precios internaciones de los alimentos en el mundo, junto con el paulatino repunte de la economía local, tienden a arrastrar aumentos de precios internos que
se reflejan en el aumento del costo de vida en casi todas las jurisdicciones relevadas (incluso en los índices relevados por el INDEC). Con políticas de incentivo a la demanda agregada y con una inversión insuficiente para convalidar la expansión del consumo, la economía local ajusta
por precios y las presiones inflacionarias se profundizan en el corto plazo.
BOX I: Evolución mensual de los precios de alimentos y bebidas
A fin de contar con una estimación propia de la variación de los precios de algunos alimentos y bebidas, se realiza semanalmente un relevamiento de los valores finales de un subconjunto de productos para consumir en el hogar2.
Calculando un promedio mensual del costo de la canasta, se observa una merma en las variaciones mensuales de precios a partir de mediados de 2009, que vuelve a revertirse en Septiembre de ese año.
Hacia fines de 2009, se comenzó a observar una liberación en precios de muchos de los alimentos de la CBA (E&R), que generaron incrementos retrasados estimulados principalmente por la recuperación en la economía mundial luego de la crisis sufrida hacia fines de 2008 y por el incremento del precio de commodities en el mundo, como así también
2 Los alimentos y bebidas para consumir en el hogar representan aproximadamente el 26% de la canasta total del IPC-GBA.

por la inelasticidad de oferta de ciertos bienes que se producen localmente. De este modo, el costo de la CBA E&R alcanzó los $713 aproximadamente en Marzo ‘10, habiendo aumentado un 5,4% respecto de Febrero ’10.
A su vez, cabe resalta el fuerte aumento interanual que presenta el costo de la CBA E&R al incrementarse un 36,7% entre Marzo de 2010 y el mimo mes del año anterior.
mar-09 abr-09 may-09 jun-09 jul-09 ago-09 sep-09 oct-09 nov-09 dic-09 ene-10 feb-10 mar-10
Evolución Mensual de la Canasta de Alimentos y Bebidas
(Relevamiento E&R)

Variación Porcentual Mensual
Variación Porcentual Mensual del Costo de la Canasta (E&R)
Var Mensual Mar-10 vs
Feb-10 = 5,4%
Los incrementos de precios estuvieron impulsados básicamente por el incremento en el costo de carnes, tanto rojas como blancas, frutas y verduras, y en menor medida por panificados.
Todos los cortes de carne exhibieron aumentos, aunque en distinta proporción: la cuadrada de ternera (23%), la nalga de ternera (17%), el asado de ternera (16%), el bife angosto de ternera (13%), la paleta de ternera (16%). Paralelamente percibieron aumentos tanto el pollo
como el pescado, de alrededor de 8% en ambos casos.
En segundo lugar, tanto frutas como verduras han experimentado aumentos, aunque dispares: la zanahoria exhibió el mayor incremento (80%), luego manzana y lechuga (37% y 34% respectivamente); y menor medida lo hicieron la cebolla (15%), el tomate (14%), el zapallo redondo (13%) y la banana (3%).
El incremento de precios de los fiambres y embutidos estuvo encabezado por la salchicha tipo viena (13%), el salchichón con jamón (8%), jamón cocido (5%) y salame tipo Milán (2,6%).
Contrariamente al último mes relevado (Feb. ‘10), los lácteos que habían registrado aumentos significativos, se mantuvieron inalterados durante el mes de Marzo.
La mayoría de los productos enlatados y envasados tampoco registraron aumentos significativos, particularmente las arvejas registraron una caída en su precio (-2,3%), así como el café molido (-4,4%).
Por último, se observan aumento de precios en productos heterogéneos como: el azúcar (11%), las apastas rellenas (4%), y las hamburguesas (1,5%).

Fuente:Economia y Regiones.
Director:Economista:Rogelio Frigerio.

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