Los estados provinciales dejaron de percibir 29128 millones de pesos desde su creación

Desde su creación, si se hubiera coparticipado con un esquema similar al actual del IVA, habrían recibido 29.128 millones de pesos más en valores corrientes. A Santa Cruz, le hubieran correspondido unos 495 millones de pesos del 2001 al 2009, mientras que Tierra del Fuego habria dejado de percibir un 50% de esa suma es decir unos 200 millones de pesos. La oposición lo tiene en agenda.

El impuesto a los débitos y créditos bancarios (IDCB), popularmente conocido como impuesto al cheque, es uno de los impuestos que recientemente ganó un espacio en la estructura tributaria argentina. En efecto, su recaudación se ha mantenido en el orden del 2% del PBI en los últimos años y se estima que aportará unos 20.500 millones de pesos a la recaudación total de 2009.
Actualmente, los sectores opositores con bancas en el Congreso han colocado al cambio en la distribución federal de su recaudación entre las prioridades de acción a partir de los nuevos mandatos.
Esta discusión, lógica en un contexto de fuerte restricción presupuestaria en las provincias, no debiera ocultar que lo deseable desde el punto de vista de la asignación de recursos en la economía, sería avanzar en la eliminación, al menos gradual, del tributo.
El IDCB aplicado en Argentina tiene mayor incidencia en las etapas intermedias del proceso productivo y de comercialización que el impuesto a los ingresos brutos (IIBB), tributo que con amplio consenso es considerado uno de los peores de la estructura tributaria argentina.
No hay duda alguna sobre la necesidad que tiene nuestro país de reducir el nivel de carga tributaria y de mejorar la estructura que recae sobre el sector formal de la economía. El IDCB, instrumentado de manera tal que su pago pueda ser tomado a cuenta de otros, contribuiría enormemente a la bancarización de la economía, factor esencial para una mayor formalidad de las transacciones y consecuentemente de un aumento en los grados de cumplimiento tributario de todos los impuestos.
La intención de modificar la distribución de este impuesto entre los distintos niveles de Gobierno y particularmente, de aumentar el porcentaje de coparticipación, no debiera transformarse en una legitimación de una estructura tributaria que presenta distorsiones importantes e incentivos a la informalidad.

Coparticipación

Yendo al punto concreto de la distribución de la recaudación del IDCB, se estima que si desde su creación se hubiera coparticipado con un esquema similar al actual del IVA, las provincias en su conjunto hubieran recibido $29.128 millones más en valores corrientes o
$37.657 millones en valores constantes de 2009. Para tener una idea de magnitud relativa, el monto acumulado constante representa un 54% de la deuda que las provincias en su conjunto mantienen con el Gobierno federal.
Esta resignación de recursos sería aún mayor si se considerara una coparticipación como la que describe el artículo 3 de la Ley 23.548 de coparticipación federal de impuestos, ya que no existiría la detracción que tiene el IVA del 11% de recaudación destinada a Seguridad Social aquí considerada.
Teniendo en cuenta el presupuesto 2010 y la recaudación por IDCB allí estimada, las provincias continuarían resignando un monto relevante, aún en la comparación con un esquema como el del IVA, que como se explicó, no implica una coparticipación total del tributo, ya que se ha supuesto el mantenimiento de la detracción directa de su recaudación.

Descripción del IDCB

El impuesto al cheque fue creado en marzo de 2001 a través de la Ley Nº 25.413 (Ley de Competitividad), alcanzando a los débitos y créditos efectuados en cuentas abiertas en las 6 entidades regidas por la Ley de Entidades Financieras, a cualquier otra operatoria o movimiento de fondos (inclusive en efectivo) efectuada por dichas entidades o por cualquier persona.
Originalmente, el impuesto fue utilizado para aliviar la crisis fiscal que afectaba al país al momento de su creación. Posteriormente, durante la primera etapa del impuesto, -es decir hasta el 2002- la norma impositiva presentó numerosas modificaciones. Las principales estuvieron ligadas a cambios en las alícuotas, pasando la alícuota general del 0,25% inicial al 0,6% actual (que por otra parte fue el máximo valor permitido según la Ley original) y a la eliminación de la posibilidad de descontar el IDCB de otros impuestos (IVA, Ganancias y Monotributo en la norma original).
La vigencia del impuesto se fue modificando en distintos momentos. La Ley N° 26.545 promulgada la semana pasada mantiene sus características y distribución hasta el 31 de diciembre de 2011.
Cabe remarcar, que la forma en que se ha implementado el impuesto en nuestro país, lo ha transformado en una fuente no despreciable de recursos, que se estima aportará unos $20.500 millones a la recaudación total de 2009, representando casi un 9% de la recaudación total (excluyendo Seguridad Social) y con una participación estable en los últimos años cercana a un 2% del PBI.

Nación – Provincias

Como se expresó anteriormente, el impuesto al cheque es coparticipable a partir del año 2002. Sin embargo, y a diferencia de lo estipulado en la Ley Nº 23.548 de Coparticipación acerca de que los tributos creados sin afectación específica (o cuando cesa el objeto de su creación) deben formar parte de la masa total de fondos a distribuir, el IDCB ingresa un 70% de su recaudación directamente al Tesoro Nacional, mientras que el 30% restante se distribuye entre Nación y provincias (y seguridad social también, dado el enmarañado esquema de coparticipación).
A la luz de la discusión actual sobre el reparto, cabe analizar cuáles hubieran sido los efectos que el IDCB se coparticipara de la misma manera que uno de los principales recursos coparticipables de nuestro país, como es el impuesto al valor agregado (IVA). El IVA tampoco se coparticipa en un 100% en virtud del sistema de coparticipación, sino que se siguen los siguientes pasos: de la recaudación del impuesto se detraen los reintegros a las exportaciones. Del saldo, un 11% se envía al Régimen Nacional de Previsión Social y el 89% restante conforma la masa coparticipable bruta. La masa bruta a su vez sufre una detracción del 15% con destino a la Seguridad Social, para por fin constituir la masa neta de recursos a distribuir entre la Nación y las provincias.
(Fuente: Instituto Argentino de Análisis Fiscal IARAF)

Fuente:tiemposur.com.ar

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