La declaración de “Zona de Desastre Agropecuario y Forestal por Incendio” se enmarca en la creación del Sistema Nacional de Prevención y Mitigación de Desastres y Emergencias Agropecuarias, que unifica la asistencia a las provincias que han sufrido en los últimos años eventos climáticos e incendios forestales que han comprometido seriamente su producción.
El funcionario explicó que “para poder clasificar a un productor dentro del Sistema Nacional de Prevención y Mitigación de Desastres y Emergencias Agropecuarias, debe registrar una afectación del 50 por ciento de su producción en caso de emergencia, y del 80 por ciento en caso de desastre”, aclarando que “una vez aceptada la zona de emergencia, la Secretaría de Agricultura de la Nación y el Poder Ejecutivo otorgan financiamientos especiales e incluso con aportes no reintegrables para reconstituir el capital de trabajo destruido”.
El titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente remarcó que la Declaración de Zona de Desastre “nos da una buena posición para contar con este mecanismo de asistencia”, recordando además que desde el Gobierno provincial “hicimos un requerimiento a la Nación por la afectación de los incendios, cuya suma se está evaluando”.
“Afortunadamente no se ha visto afectada gran parte de la producción, excepto en el caso de algunos productores turberos y madereros, y ahora sólo falta reglamentar el sistema para avanzar con nuestras gestiones”, agregó.
Por otra parte, Lucas informó que desde el año pasado se han presentado proyectos para garantizar la regeneración del bosque quemado que se encuentran en vías de aprobación y financiamiento.
En este sentido, recalcó que “queremos asegurarnos que con los bosques quemados el año pasado no suceda lo mismo que con el incendio forestal de 1978, cuya zona afectada no pudo ser regenerada”.
Enfatizó que esta regeneración “se trata de un trabajo a largo plazo que trascenderá muchas gestiones, y que requiere persistencia en el tiempo pero que si no se hace perderemos un capital forestal importante”.
Señaló que en la provincia el productor más afectado fue “Lenga Patagonia, que es una empresa privada, en tanto que en zonas fiscales la afectación fue muy significativa, pero las actividades productivas no han sido suspendidas, y hay una estrategia de acompañamiento que tiene varias aristas y esta es una de ellas, que hace que haya un flujo de materia prima sustentable para que la industria maderera siga desarrollándose”.
