Aun así hay que preguntarle al presidente de la Cámara de Comercio como están las cosas, como si no fuera suficiente con ir al supermercado y ver que se remarca día a día.
Pero nadie dice una palabra del congelamiento de salarios adelantado por el gobierno provincial en concordancia con CAMBIEMOS, y que promete para este año un aumento con techo de 18% en una economía desbastada por los constantes errores de un gobierno nacional que no da pie con bola, en nada.
Pero ocupémonos de lo que nos rodea, el lapso máximo para la Ley de promoción es el 2023, nada hizo que el gobierno nacional anunciara públicamente la extensión o el apoyo al régimen, al contrario abrieron las exportaciones y en menos de 6 meses cerraron tres empresas, y casi 6 mil trabajadores quedaron en la calle.
Hoy se habla de bonos de 5000 pesos a descontar en el mes de Junio por una cuestión de estacionalidad, como si en ese momento se fueran a vender más aire acondicionado frio calor, en un mercado inexistente y con demanda cero.
No hay salvación a esta altura de los acontecimientos, no se volvió a hablar de la reconversión, ni la reinversión, ni nada que se le parezca para generar un polo productivo real, con empleo genuino y no contratos basura, pero, si había que justificar todo, los PPD, lo contratados, los efectivos, etc, etc, es decir una precarización laboral que viene de más de 20 años.
Estamos hablando del sector privado, porque en el estatal, ni una palabra. El gobierno anuncio en diciembre del año pasado que no se había incluido partidas para salarios en el presupuesto provincial y todo el mundo hizo mutis por el foro, hablo de los dirigentes, los trabajadores, ni que hablar, las masas populares no salieron a reclamar por el salario, es decir debieron estar en un todo de acuerdo con lo que se venía.
Y ahora con la leche derramada un mar de lágrimas de cocodrilo de los que abusaron del régimen, de los que remarcaron hasta acalambrarse, de los que ya se salvaron hace rato de los que ya tienen la valija armada para disfrutar de su provincia, donde seguramente tienen una casa con pileta y demás comodidades, de los que jamás invirtieron un peso acá. Esos hoy buscan responsables donde no los hay, porque usted y yo sabemos que nos saquearon, y no solo muchos comerciantes o empresarios, los dirigentes gremiales que se bajan de camionetas 4×4 de más de un millón de pesos, varios políticos, funcionarios, ex gobernadores, etc. Acá nunca alcanzó para los que laburan, siempre fue para los que tenían la sartén por el mango y el mango también.
Hoy ya es tarde, y digo esto porque nadie está haciendo nada realmente importante para subsanar el problema, solo acciones meramente administrativas que no solucionan nada. No van a venir inversiones donde no hay una mínima seguridad jurídica, mínima, que permita recuperar capitales, aun así el silencio reina y nadie cree en nadie.
Estamos muy complicados.
Armando Cabral
