Así, el Poder Ejecutivo contará con la sanción completa de la iniciativa, que ya fue aprobada por Diputados. Se tratará de una nueva victoria legislativa de Cambiemos, que no tiene mayorías propias en el Congreso, pero que logró el apoyo de distintos sectores de la oposición moderada, como el massismo, el PJ no kirchnerista y bloques provinciales.
En la vereda de enfrente quedará el FpV que sigue respondiendo al liderazgo de Cristina Kirchner, más los legisladores de izquierda. En el caso del Senado, el rechazo al acuerdo con los fondos buitre reuniría apenas 20 voluntades, la gran mayoría de ellas del kirchnerismo duro, lo que expresará una nueva división del peronismo a la hora de votar en el Parlamento.
De hecho, unos 22 miembros del bloque que conduce Miguel Angel Pichetto, el histórico referente del PJ en el Senado, votará a favor de la iniciativa gubernamental. Esa postura será asumida por los legisladores en sintonía con la opinión de los gobernadores justicialistas, que desfilaron por la Cámara alta para dejar en claro que avalan el pago a los holdouts.
Es que los gobernadores, como así también los intendentes del PJ bonaerense que el lunes estuvieron con Pichetto en el Senado, necesitan de fondos frescos para administrar sus distritos, en momentos en que baja la recaudación debido a una tendencia recesiva que se manifiesta en la economía argentina. Y esos fondos podrían llegar desde el exterior.
Esto es, a través del crédito que podrían obtener a tasas razonables tanto el Gobierno nacional como las Provincias en el mercado financiero internacional, una vez que el Estado argentino cierre el litigio con los holdouts, radicado en los tribunales de Nueva York. Para ello, el Tesoro debe emitir bonos con el objetivo de recaudar unos 12.000 millones de dólares.
Con ese monto en efectivo, el Gobierno saldará la deuda con estos bonistas el 14 de abril, si es que un día antes la Cámara de Apelaciones de Nueva York avala la postura argentina. La reciente visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, al país le sirvió al gobierno de Mauricio Macri para mostrar un respaldo de peso frente al conflicto con los “buitres”.
A tal punto, que la Procuración del Tesoro norteamericana se presentó ante los tribunales de Nueva York como “amicus curiae” en favor del Estado argentino. El estado de ánimo en el oficialismo mejoró notoriamente desde la visita de Obama. Y uno de sus referentes en el Congreso, Federico Pinedo, inició la campaña “chau default” en las redes sociales.
En términos de gestión, el presidente Macri tendrá una herramienta fundamental para la gobernabilidad, puesto que decidió no financiarse desde la emisión, como lo hizo Cristina Kirchner. Y en el plano político, el peronismo volverá a votar dividido en el Congreso. Habrá que ver, entones, si Pichetto logra mantener la unidad del bloque tras la sesión.
