Zuban/Córdoba: La mayoría siente que está peor que con el gobierno anterior.

Javier Milei cumple dos años en la presidencia y en este nuevo informe analizamos el balance que los argentinos hacen del experimentolibertario hasta la fecha.Dos años después de que Javier Milei irrumpiera en la Casa Rosada con la promesa de dinamitar el statu quo y devolverle el rumbo a un paísagotado, los datos muestran una… Leer más »

Javier Milei cumple dos años en la presidencia y en este nuevo informe analizamos el balance que los argentinos hacen del experimento
libertario hasta la fecha.
Dos años después de que Javier Milei irrumpiera en la Casa Rosada con la promesa de dinamitar el statu quo y devolverle el rumbo a un país
agotado, los datos muestran una Argentina partida en dos.
El clima social ya no es el del «cheque en blanco» que marcó los primeros meses de gestión: hoy, la mitad del país aprueba lo hecho por la gestión
mileísta, mientras una porción similar la desaprueba sin más.
La economía doméstica, factor decisivo en la política argentina, inclina la balanza: la mayoría siente que está peor que con el gobierno anterior.
Sin embargo, esta erosión del humor social no se traduce linealmente en un derrumbe político para el Presidente. Su núcleo duro se mantiene firme,
cohesionado por la identidad y por el rechazo a lo anterior: Pero si algo
caracteriza al presente es la incertidumbre.
Población objeto de estudio:
Población general mayores de 16 años.Población general mayores de 26 años.
Afijación: Proporcional.Proporcional.
ANÁLISIS
Javier Milei cumple dos años en la presidencia y en este nuevo informe analizamos el balance que los argentinos hacen del experimento libertario hasta la fecha.
Dos años después de que Javier Milei irrumpiera en la Casa Rosada con la promesa de dinamitar el statu quo y devolverle el rumbo a un país agotado, los datos muestran una Argentina partida en dos. El clima social ya no es el del «cheque en blanco» que marcó los primeros meses de gestión: hoy, la
mitad del país aprueba lo hecho por la gestión mileísta, mientras una porción similar la desaprueba sin más. La economía doméstica, factor decisivo en la política argentina, inclina la balanza: la mayoría siente que está peor que con el
gobierno anterior.
Sin embargo, esta erosión del humor social no se traduce linealmente en un derrumbe político para el Presidente. Su núcleo duro se mantiene firme, cohesionado por la identidad Estamos a dos años de un nuevo inicio de ciclo
en la Argentina.
y por el rechazo a lo anterior: gran parte de quienes confiaron en Milei volverían a votarlo en 2027. En paralelo, se profundiza una sensación de representación en crisis que golpea especialmente al peronismo, al que más de la mitad
de la sociedad ya no reconoce como el reflejo del mapa
social argentino.
Pero si algo caracteriza al presente, es la incertidumbre. Se desdibuja un horizonte compartido sobre qué país estamos construyendo y hacia dónde vamos. Allí, el discurso libertario encuentra aún terreno fértil: en una sociedad que no tiene claro cuál es la salida, la promesa de ruptura se mantiene
atractiva.
Otro tema estuvo ocupando la agenda pública estas semanas, promovido por satélites del ecosistema oficialista: las vacunas.
Existe un amplísimo consenso a favor de la vacunación y su obligatoriedad; hay un núcleo minoritario —pero influyente en la conversación digital y política— que cuestiona la intervención estatal en materia sanitaria. Y es justamente en el
electorado libertario y en los más jóvenes donde ese rechazo encuentra mayor expresión.
Aquí se revela un desafío clave para la etapa que viene: el Gobierno puede tensionar muchas certezas argentinas, pero no cualquier consenso es dinamitable sin costo. El sistema de vacunación —orgullo histórico del país— no es solo una política pública: es parte del ADN cultural que sostiene
nuestra idea de comunidad y cuidado colectivo.
El gobierno debe aquí decidir si gastará su capital político en una batalla que parece ajena al sentido común de la sociedad. Elegir qué batallas se dan es un signo de inteligencia política.
Este fin de año nos encuentra, entonces, frente a un tablero político donde todo parece moverse a la vez: el oficialismo estrena una nueva fortaleza política, con mejores números legislativos, pero deberá mostrar resultados concretos y evitar cruzar límites que la sociedad argentina no está dispuesta a resignar. Porque la libertad —como la salud— solo florece cuando se construye entre todos.
El equipo de Zuban Córdoba les desea felices fiestas y un gran comienzo del 2026.
Muchas Gracias equipo de Zuban/Córdoba.
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