Ante la necesidad de aclarar conceptos, la Familia policial explica…

Tierra del Fuego 02/12/2025.- De las nuevas noticias que han sido difundidas en los últimos días, consideramos necesario volver a aclarar una serie de conceptos que han sido expuestos de manera errónea por algunos policías egresados con posterioridad al año 1992 y que, al día de hoy, no atraviesan la situación previsional que nos afecta.

Nuestro planteo no se limita únicamente al pago de los meses adeudados —que por sí solo constituye un incumplimiento grave— sino también a la incorrecta liquidación que, año tras año, se ha realizado sobre nuestros aportes previsionales, generando un perjuicio acumulado y profundo en los haberes que hoy percibimos.

Para que cualquier funcionario o ciudadano pueda comprender con claridad esta situación, explicaremos de manera didáctica lo siguiente:

Si observamos un recibo de sueldo de los policías hoy damnificados, se advierte la existencia de dos descuentos previsionales:

Código A: Aporte a la Caja de la Policía Federal.

Este descuento se realiza exclusivamente sobre el sueldo básico.

 

Código B: Aporte a la Caja de la Provincia (Caja de Previsión Social de la Policía de Tierra del Fuego).

Este descuento se aplica sobre el sueldo básico, la zona, el estado policial y los suplementos especiales.

 

Es decir, el mayor esfuerzo contributivo de los policías provinciales fue —y continúa siendo— hacia la Caja Provincial, mientras que el descuento destinado a la Policía Federal constituye un aporte proporcionalmente menor.

A partir de este dato objetivo surge una pregunta inevitable:
¿Qué lógica tiene sostener que lo que se percibe de la provincia es “meramente una compensación”, cuando el mayor aporte fue realizado justamente a esa Caja, y sin embargo hoy sólo percibimos alrededor del 40%?

Esta afirmación, difundida en forma liviana, no solo es inexacta, sino profundamente injusta con quienes contribuyeron durante décadas a la Caja Provincial.

También es necesario aclarar otros dos puntos fundamentales:

Primero:
El concepto de “complemento” al que algunos hacen referencia fue utilizado únicamente como mecanismo formal de identificación a partir del año 1992, para distinguir claramente los dos descuentos que hasta hoy se aplican. De ningún modo implica que lo cobrado por la provincia sea accesorio, marginal o compensatorio. Es un haber legítimo derivado de aportes efectivos, constantes y superiores.

Segundo:
Se ha señalado que, en los últimos años, la Caja estuvo administrada por policías egresados después de 1992, mientras que antes su directorio estaba integrado por personal estrictamente territorial. Frente a este dato surge otra pregunta elemental:

¿Cuándo comenzó el quiebre de la Caja y bajo la administración de qué autoridades?

La respuesta —según declaraciones públicas del propio señor Bordón— es clara y contundente:
el desequilibrio comenzó hace dos gestiones.

Esto derriba cualquier intento de responsabilizar a quienes hoy reclamamos por derechos legítimamente adquiridos y por aportes realizados de forma sostenida, correcta y durante toda nuestra carrera.

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