Las organizaciones sociales, sindicales y piqueteras volverán a las calles este miércoles 26 de noviembre en el marco de una escalada de protestas que, según anticiparon, se extenderá hasta fin de año. La Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), las dos CTA, Territorios en Lucha y el Frente Barrial, junto a otros espacios opositores al gobierno de Javier Milei, convocaron a una marcha frente a la Secretaría de Trabajo de la Nación. El eje central del reclamo será que el Salario Mínimo Vital y Móvil (SMVyM) alcance el valor de la Canasta Básica Total (CBT), con el objetivo de que “los trabajadores populares puedan vivir con dignidad”.
La jornada coincidirá con la reunión oficial para actualizar el salario mínimo, convocada mediante la Resolución 6/2025 publicada en el Boletín Oficial. En ese encuentro, el Gobierno analizará un nuevo monto para el SMVyM y los valores de la prestación por desempleo.
Actualmente, el salario mínimo se mantiene en $322.200 mensuales, congelado desde agosto, mientras que para los trabajadores jornalizados el monto vigente es de $1.610 por hora. En diciembre de 2023, cuando Javier Milei asumió la presidencia, el salario básico era de $156.000, por lo que la actualización desde entonces fue del 107%, frente a una inflación superior al 170%, lo que implicó —según remarcan las organizaciones— una pérdida real del 25% del poder adquisitivo.
El reclamo salarial y la demanda de un ingreso que cubra la Canasta Básica Total
La protesta se realizará a las 11 de la mañana en Leandro N. Alem 650 con la consigna “Nuestro trabajo vale”, que resume el planteo central de los movimientos movilizados: que el salario mínimo sea suficiente para sostener a una familia y no se limite a cumplir un piso legal.
La UTEP —que integra a feriantes, cooperativistas, trabajadores de comedores, merenderos y espacios de cuidado—, junto a organizaciones como el Movimiento Evita y Barrios de Pie, plantea que el salario mínimo debe equipararse a la Canasta Básica Total, estimada por el INDEC en más de $1.200.000 para una familia tipo. La brecha respecto del salario mínimo vigente, afirman, es insostenible.
Las dos CTA también advirtieron que el ingreso actual “no cubre las necesidades de las familias” y solicitaron la definición de una canasta básica “objetiva”. El pedido fue dirigido al secretario de Trabajo, Julio Cordero, mediante una carta documento firmada por Hugo Yasky (CTA-T) y Hugo “Cachorro” Godoy (CTA-A). Para estas centrales, la convocatoria del Consejo del Salario es una obligación legal que debe realizarse con periodicidad para garantizar actualizaciones acordes a la evolución de precios.
Críticas desde la economía popular y reclamos por programas sociales
Entre las voces que acompañan la protesta, el ex secretario general de la UTEP y referente del Frente Patriótico por la Justicia Social, Esteban “Gringo” Castro, señaló: “Está muy bien, es correcto, el planteo del salario mínimo de la CTA y por supuesto que acompañamos ese reclamo, pero no deben olvidar los compañeros de las centrales sindicales a los excluidos de la economía popular que pelean por el aumento del salario social complementario, que debería el gobierno de Milei ponerlo a la mitad de ese salario mínimo y no la miseria de 78 mil pesos como está desde que asumió la presidencia”.
Las organizaciones también exigen la actualización de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y las asignaciones familiares, y rechazan el artículo 73 del Presupuesto 2026, que plantea derogar partes de la Ley 27.160, normativa que garantiza la movilidad automática de estos beneficios desde 2015.
En paralelo, denuncian el congelamiento de los programas Volver al Trabajo y Acompañamiento Social (ex Potenciar Trabajo), y reclaman su reactivación, actualización y el otorgamiento de un bono de fin de año.
“Un deterioro extremo del tejido social”: la mirada de la UTEP
La secretaria gremial de la UTEP, Johana Duarte, sostuvo: “Hay un deterioro extremo del tejido social, en los territorios la crisis avanza a paso agigantados al igual que el narcotráfico, consecuencias de las políticas de Javier Milei”.
También señaló que el sector trabajador de la economía popular “es el más golpeado”, ya que “lo que alguna vez fue el Salario Social Complementario está totalmente pulverizado desde que asumió este gobierno”. Según anticipó, el escenario hacia fin de año será de creciente conflictividad: “Nuestra agenda de lucha de cara a fin de año será un diciembre con mucho conflicto en todo el país. Ya estamos desarrollando asambleas para construir una gran movilización porque la situación es insostenible”.
El rol de las centrales sindicales y un fin de año marcado por la conflictividad
A la par de la movilización, la CTA Autónoma presentará dos documentos técnicos en respuesta a la reforma laboral impulsada por el Gobierno. Las propuestas buscan fortalecer la protección social, ampliar derechos y mejorar la distribución del ingreso, en un contexto que describen como crítico.
Según anticipó este medio, la Casa Rosada prevé un “fin de año conflictivo”, ya que la marcha de este miércoles se suma a la realizada el 19 de noviembre frente al Congreso, donde confluyeron organizaciones de jubilados, movimientos piqueteros de izquierda, trabajadoras populares, sectores sindicales distanciados de la CGT y la UTEP, articulando un frente amplio “contra el ajuste y la precariedad del gobierno de Javier Milei”. En ese comunicado conjunto, advirtieron que habrá “una ofensiva de movilización” durante todo diciembre, con asambleas en distintos puntos del país.
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