Esa manía de nivelar para abajo, eso de buscar al que no le importa nada para hablar de banalidades, al que no tiene ni siquiera la curiosidad de saber que pasa más allá de su nariz, en el amplio escenario de la política nacional que tanto mal nos está haciendo a los fueguinos.
Los libertarios no pueden ni chicanear, porque todavía no aprendieron, pero cuestionan todo, empezando por la honorabilidad que su presidente que se ha encargado de arrastrar por el barro de la ignominia, causando vergüenza propia y ajena en todo el mundo.
Pero más allá de esto, los noveles e ignotos políticos que se llenan la boca con la palabra Libertad, no solo no la practican, sino que cuentan con un escandaloso coro de silencios, que se ocupan de que los temas mas descartables de la agenda, se conviertan en importantes, hasta los chusmeríos de las redes pasan de eso a titulares.
Y los escándalos no son pocos, pero es evidente que no tienen ni la más palmaria idea, de lo que ocurre con la Coparticipación, los subsidios, ley nacional de salud, conectividad, aérea, terrestre, digital, barrera sanitaria, pasos fronterizos, el escándalo de la cooperativa eléctrica o el que se destapará pronto en Terra Ignis, ¿no lo saben?, no lo conocen o no les importa.
A esto le podemos sumar el IPRA y su perdida constante de dinero, el Tribunal de Cuentas y los próceres que se llevan toneladas de plata todos los meses y en 2026, se levantarán unos 182 millones de pesos cada uno, nada despreciable para una provincia sin educación, sin salud, con un nivel de desempleo atroz y todo en silencio.
Donde está La Libertad Avanza, a que se dedica la oposición más férrea que debería tener este estado, no está. No existe y queda claro que no se les puede llamar oposición a Natalia Graciania, Agustin Coto, Santiago Pauli, y Ricardo Garramuño, este ultimo un vulgar y mal aprendido diputado de rebote que, aún está tratando de acomodarse en la banca y le quedan tres meses de mandato para desaparecer sin dejar rastros, este y Pauli, votaron todo lo que pudieron contra la provincia, todo, el acuerdo con el FMI, que destruyó la industria, los recortes a jubilados que Pauli festejo en un asado en Olivos, no olvidar este detalle, que lo muestra de cuerpo entero.
Acá, Coto y Graciania, dos terraplanistas pretenden imponer una ley de salmonicultura porque el medio ambiente les importa tres carajos, pero los negociados son prioridad, como no le importa la universidad, esto aclarando que ella y Pauli, son propietarios o asisten, en el caso de Graciania a una iglesia en cuyo fondo funciona la Universidad Privada Siglo XXI, lo pongo en números romanos y lo escribo por si algunos no lo entienden, siglo veintiuno.
Este es el escenario, este es el desierto de la discusión política, donde el abrumador silencio de una provincia feudal se hace insoportable, huele a corrupción, acomodos, negociados, mediocridad y desconocimiento. Llueven denuncias todos los días, terrenos en Tolhuín, nombramientos a mansalva, éxodo hasta de los albañiles porque no hay obras públicas, estafas en Ushuaia, tiroteos en una unidad básica, dirigentes denunciados por corrupción, jueces que cajonean causas, causas que no tienen un juez, y que todos encubren.
A nadie le llama la atención lo que pasa, a nadie le importa profundizar en nada, y los que lo hacemos somos mirados de reojo por algún que otro corrupto conocido, ya sea funcionario, electo, dirigente y muchos mandato cumplido, que pululan con un grado de susceptibilidad alarmante, en mi pueblo se los llamaba de otra manera, “estas más sucio que una papa”, o designado, nadie puede tirar la primera piedra, nadie esta libre de culpa y cargo y por eso nos va como nos va, siempre nivelando para abajo, cuidándole la caja a tres o cuatro, pero a nadie se le cae una puta idea, nadie tiene una propuesta, son calienta sillas que hartaron a propios y extraños y cuando aparece alguien con un discurso interesante, le pisan la cabeza, para que, nada crezca debajo del ombú del poder fueguino, ese poder de raíces de ombú, débiles, fáciles de cortar y que terminan convirtiéndose en hilachas.
Las cosas están cambiando, todo es cuestión de tiempo, pero no solo porque el congreso le rechaza todo a Milei, que ha destruido este país, y a esta provincia en particular también está cambiando la cabeza de la gente, ya perdió todo lo que tenia y todos ustedes saben que “ NO HAY NADA MAS PELIGROSO QUE ALGUIEN QUE NO TIENE NADA QUE PERDER”, empiecen a nivelar para arriba.
Armando Cabral
