La tensión entre Washington y Pekín volvió a poner a la soja argentina en el centro del escenario global. La Asociación de Soja Estadounidense (ASA) presionó al presidente Donald Trump para que avance con un acuerdo comercial urgente con China, luego de que el gigante asiático adquiriera 20 cargamentos de oleaginosas argentinas en apenas dos días, favorecido por la eliminación temporal de retenciones anunciada por Javier Milei.
- El dato desató alarma en los productores norteamericanos, que este año no lograron venderle ni un solo embarque a Pekín debido al arancel del 20%.
La queja de los agricultores llegó en simultáneo con los anuncios del secretario del Tesoro, Scott Bessent, sobre una línea de swap de US$ 20.000 millones y la eventual compra de bonos argentinos, un blindaje que busca sostener a la Casa Rosada en plena turbulencia financiera.
Desde la ASA, su titular Caleb Ragland advirtió que «la frustración es abrumadora» porque mientras los precios de la soja estadounidense caen, «Argentina y Brasil se apoderan del mercado a costa de los productores norteamericanos».
Las cifras muestran el cambio de escenario: el complejo sojero argentino exportó 34,3 millones de toneladas en 2024 y, solo en las últimas semanas, las ventas externas rondaron los US$ 4.200 millones, acercándose al techo de US$ 7.000 millones fijado por el decreto de retenciones cero.
- China, que suele cubrir su demanda de fin de año con soja estadounidense, encontró en la ventana abierta por el Gobierno argentino una oportunidad para diversificar su abastecimiento.
La ASA teme que la combinación de ayuda financiera a Buenos Aires y compras récord de soja argentina agrave la pérdida de competitividad de Estados Unidos en su principal mercado. En ese contexto, urgió a la Casa Blanca a sellar cuanto antes un acuerdo bilateral con Pekín, convencida de que la disputa comercial podría dejar a los productores norteamericanos relegados frente al avance sudamericano.
El comunicado de ASA contra la soja argentina
«Esta semana, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció que el gobierno de EE. UU. estaba en negociaciones para extender una línea de swap de $20 mil millones de dólares al gobierno argentino y potencialmente comprar bonos externos del país. Casi inmediatamente después, se reportó la compra de aproximadamente 20 cargamentos marítimos de soja argentina por parte de China, luego de que el gobierno argentino anunciara que eliminaría los impuestos a sus exportaciones de soja.
Tras esta noticia, el presidente de la Asociación Americana de la Soja (ASA), Caleb Ragland, emitió la siguiente declaración:
«Los agricultores de soja de EE. UU. han sido claros durante meses: la administración debe asegurar un acuerdo comercial con China. China es el mayor cliente de soja del mundo y, por lo general, nuestro principal mercado de exportación. Estados Unidos no ha realizado ninguna venta a China en este nuevo año de comercialización de cultivos debido a los aranceles de represalia del 20% impuestos por China en respuesta a los aranceles estadounidenses. Esto ha permitido que otros exportadores, Brasil y ahora Argentina, capturen nuestro mercado a costa directa de los agricultores estadounidenses. La frustración es abrumadora. Los precios de la soja en EE. UU. están cayendo, la cosecha está en marcha, y los agricultores leen titulares no sobre la obtención de un acuerdo comercial con China, sino sobre que el gobierno de EE. UU. está extendiendo $20 mil millones de dólares en apoyo económico a Argentina mientras ese país elimina sus impuestos a la exportación de soja para vender 20 cargamentos marítimos de soja argentina a China en solo dos días.
Los agricultores estadounidenses no pueden seguir esperando y solo teniendo esperanzas. La ASA está pidiendo al presidente Trump y a su equipo de negociación que prioricen la obtención de un acuerdo inmediato sobre la soja con China. La economía agrícola está sufriendo mientras nuestros competidores suplantan a Estados Unidos en el mercado de importación de soja más grande del mundo.»».