La actitud de Coto, no solo es vergonzosa por lo vulgar, teniendo en cuenta que es un legislador, pero no desentona para nada con las barbaridades que publica su líder carismático amante de los insultos, sobre todo si se trata de mujeres, Manuel Adorni también dijo algo parecido respecto a las rutas y su estado, «no nos importa un carajo», fue la frase que eligió, lo mis que le importa un carajo el recorte a jubilados, o la quita de medicamentos a enfermos de cáncer, VIH o hemofílicos, todo les importa un carajo.
Coto no desentona y asume, que efectivamente el ataque pudo haber sido perpetrado por ellos y que lo que Solorza diga le importa «tres carajos», como entendemos que le pasa con el Paso Garibaldi, que no pudo arreglar o con su trabajo legislativo escaso, por no decir inexistente.
Realmente es una verguenza contar con personas de esta calaña en un cuerpo deliberativo, y ademas peligroso, porque hoy fue un compañero de trabajo que opino en contrario a los intereses de este personaje, pero mañana puede ser cualquier ciudadano el que opine y a los libertarios no les guste y termine con su casa vandalizada o cosas peores, porque de la derecha se puede esperar cualquier cosa, esto ya lo vivimos y no nos gustó y no nos gustan los civiles de la dictadura.
Coto sale a contestarle a quien nunca lo mencionó, aunque si mencionó al gobierno nacional y uno se pregunta, ¿tanto le piden para ser candidato a senador?
