El presidente de Rusia, Vladímir Putin, condenó los ataques y expresó su grave preocupación por una posible escalada del conflicto.
«[Rusia] continuará manteniendo estrechos contactos con los dirigentes tanto de Irán como de Israel con el fin de resolver la situación actual», señaló el Kremlin.
Desde Latinoamérica, el Gobierno de Brasil manifestó su «firme condena» a la agresión israelí. «Los ataques amenazan con sumergir a toda la región en un conflicto a gran escala, con un alto riesgo para la paz, la seguridad y la economía mundial», reza el comunicado.

