De todo eso hablamos con Xiomara Agüero Uribe, una joven de 23 años que, tiene 3 empleos con los que se permite pagar sus estudios universitarios en el ICES y vivir dignamente sin endeudarse como ella, bien señala, y sabiendo que hay límites en los gastos que no se pueden negociar.
No endeudarse y estudiar para progresar en la vida.
No endeudarse con tarjeta de crédito es una prioridad, porque “después se hace impagable, esa deuda crece y no llegamos a pagar nunca”.
“A los jóvenes nos han inculcado que si no estudiamos no somos nadie y es mucho más difícil progresar en la vida. A mi me parece, yo estudio profesorado de nivel inicial, me quedan un par de años todavía, pero, sigo en la lucha, a todos les digo que sigan estudiando, no dejen, la clave es esa y en cuanto a la economía a todos se nos esta haciendo hiper, mega complicado en todos los aspectos”.
Xiomara, remarca lo económico y dice, “a la mayoría de los estudiantes acá y del resto del país, es tenés esta plata y tenés que manejarte con esa plata como puedas y te tiene que alcanzar para todo, el alquiler, la comida, el transporte y materiales de estudio, a todos se nos complica y hay que ver como te la rebuscas. En mi caso, estudio, tengo el apoyo de mis padres de mi padrastro y demás, la realidad es que eso a mi me ayuda un montón”.
Laburo independiente.
“Yo laburo independientemente, en mi casa, soy manicurista, estoy trabajando de Uber, hago viajes particulares, retiro niños en los colegios, aprovechando esto de que la gente tiene que trabajar y alguien se tiene que encargar de esos pequeños que, están en diferentes instituciones y agrega, es complejo, porque yo necesito esta parte económica que me ayude a mi a salir adelante, pero, yo también tengo que ser razonable y si trasporto un apersona que tiene bajo recurso económico, no le puedo cobrar una locura, porque necesito esa ayuda”.
Hoy está todo devaluado.
Hace un tiempo atrás, continua, un millón de pesos era un montón de plata, podías vivir varios meses con esa cantidad, hoy eso te lo gastas en una semana, un lavarropas cuesta 600.000 pesos, financiar en cuotas es imposible, la gente compra comida con tarjeta de crédito, la pagas el mes que viene, pero estas gastando plata que no tenés”.
“No hay futuro acá”
Cuando le consulto como ve el futuro, sin dudar me responde “no hay futuro acá, es tremendo, pero es una realidad, en 50 % de los casos y según lo que veo, hay gente que con 30 años y un titulo no consigue trabajo, mi mamá tiene tres trabajos, pero laburó mucho para tener esos tres trabajos y tener una vida medianamente digna. Esta gente que yo conozco, tiene 30 años y no consigue trabajo con el título que tiene, hoy no hay un título que no sirva”. Nos inculcan esto, estudia para que puedas ser alguien y puedas progresar y no pasa eso”.
Es muy triste que mis amigos se vayan
Xiomara va más allá y cuenta que “tengo muchos amigos trabajando en fabrica que me dijeron yo junto plata y a fin de año me voy, porque acá no puedo hacer nada, no hay nada mas triste que escuchar eso, a mi que soy fueguina, nací acá, cuando cumplí los 18 años sabia que no me quería ir a estudiar al norte porque tengo mucho arraigo con la isla, no puedo pensar en irme a otro lado, a un lugar donde no tengo nada y sin trabajo”.
Si te endeudas con tarjeta no salís mas de ahí.
Por ultimo y quizá lo más importante, nuestra entrevistada remarca que hoy “con lo que yo manejo, llego a fin de mes, pago mis cuentas, comida no me falta, pero, no me doy lujos, trato de no endeudarme y si me endeudo, lo pago ahí nomas, me endeudo en lo que puedo pagar, no saco la tarjeta de crédito y compro todo, porque de ahí no salís más, al menos como en mi caso que, no tengo un ingreso fijo, hay que ser muy consciente de eso”.

Finalmente y respecto de la política y quienes nos representan, Xiomara remarca que se “desmintió todo lo que se dijo en campaña, nos plantearon un panorama totalmente distinto y muchos jóvenes si creyeron en eso y hoy la realidad es que esta pegando muy fuerte eso, porque, no es solamente a los jóvenes, hoy la plata no le alcanza a nadie, no alcanza en la casa de esos jóvenes, que fueron y votaron, que fueron y creyeron y está cada vez más difícil y hoy hay que asumir que, ok yo vote esto y hoy tengo que salir a marchar porque mi viejo se esta por quedar sin trabajo. Se eligió este cambio”, puntualizo.
Es de esperar que muchos dirigentes dejen de pensar que los chicos están en otra, que todos son fáciles de manejar, que se los convence rápido. Esta es una postal de una realidad que muchos no quieren asumir y todos sabemos que no hay peor ciego que el que no quiere ver.