Gustavo Melella, Gobernador de la provincia de Tierra del Fuego, dio fundamentos acerca de la importancia de sostener el régimen de beneficios fiscales para el territorio más austral del país. Asimismo, aseguró que no van a bajar los precios de los productos electrónicos, por más que el gobierno nacional determine reducir los impuestos a las importaciones. Por otro lado, brindó detalles de la diversificación productiva que quiere llevar adelante.
Melella explicó que esta normativa tiene un origen «geopolítico», debido a que en esa época Tierra del Fuego tenía más habitantes extranjeros que argentinos. «A partir de la ley se logró el crecimiento de la población en la provincia, con una migración interna muy fuerte de argentinos que se fueron a radicar al sur por la posibilidad de tener un empleo. El resultado fue muy positivo y el efecto buscado era tener más población por una cuestión de soberanía», detalló.
«Actualmente hay una población grande de fueguinos y diversificación productiva, con hidrocarburos, turismo, economía del conocimiento y pesca. También estamos trabajando en la modificación de la ley de acuicultura para la cría de salmones», ejemplificó Melella en una entrevista con el diario Clarín que fue publicada este domingo.
En línea con este asunto, el gobernador fueguino consideró que se debe seguir el camino que intentan los británicos, quienes apuestan a las Malvinas para tener un lugar estratégico cercano a la Antártida. Por eso, sostuvo que si el gobierno nacional elimina los beneficios impositivos para su provincia se pondría en riesgo la soberanía malvinense «porque para defender la soberanía hay que tener un asentamiento poblacional fuerte y un entramado productivo diversificado».
No obstante, aseveró que Tierra del Fuego debe ir dependiendo cada vez menos del régimen, aunque indicó que eso lleva tiempo. «No se puede desarmar de un día para el otro y pretender que se reubiquen a todos. Y la Argentina no estuvo preparada para las grandes inversiones en los últimos años, con problemas de inflación y de acceso a los dólares», justificó.
Melella precisó que con la baja de aranceles a las importaciones de celulares se perderían 6.500 empleos directos en la provincia fueguina, más los puestos de trabajo indirectos que la industria genera. «Cuando el gobierno de Mauricio Macri bajó los aranceles a las netbooks, se perdió una cantidad similar, sin el resultado esperado de caída de precios, como anunciaron. En Río Grande pasamos de tener 400 familias en un programa de asistencia para alimentos a 4.000, y cerraron comercios, sufrieron los taxistas y remiseros, la gente no podía pagar su alquiler», recordó.
Ante el argumento de quienes están en contra del régimen que sostienen que millones de argentinos deben pagar más caros los celulares para proteger el trabajo de 7.000 personas, el gobernador afirmó que los celulares no van a ser más baratos cuando se importen. «Tampoco es culpa de la provincia. Un aire acondicionado terminado en Tierra del Fuego cuesta $ 350.000 y en los negocios de Buenos Aires está a $ 1.000.000; entonces el problema es de la cadena de comercialización», agregó.
Como prueba de su declaración, Melella recordó que sucedió lo mismo cuando la gestión de Mauricio Macri le sacó los aranceles a las importaciones de netbooks. «Al principio hubo un efecto de caída de precios y luego se neutralizó», dijo.
Respecto al monto que el Estado nacional le otorga a Tierra del Fuego para la garantización del régimen industrial, Melella adujo que «todos los años cambian ese número quienes se ponen a calcularlo y nunca se determinó si hay un costo fiscal y cuánto es». Además -añadió- «hay que tener en cuenta que si no hay producción en Argentina, se importan esos bienes con dólares que se van afuera».
En este contexto, el gobernador explicó que la provincia se viene preparando para el final de este régimen de beneficios impositivos mediante un «plan de ampliación productiva», que tiene como núcleo la explotación de la cuenca gasífera Austral, que es la segunda más grande del país detrás de la neuquina de Vaca Muerta.
«Estamos trabajando para destrabar una inversión muy grande para la petroquímica, que le pueda dar valor agregado al gas natural mediante la producción de urea. Y estamos recuperando las áreas convencionales maduras de YPF», indicó.
«También queremos cambiar la ley de acuicultura para la cría de salmones y trucha, fuera del Canal de Beagle. Ya empezaron las exportaciones de productos premium como los mejillones y la centolla. Y habrá inversiones hoteleras en Ushuaia, donde se amplió el muelle para la llegada de cruceros. Trabajamos además en la producción de alimentos para proveer a los buques antárticos, ya sean cruceros, militares o científicos. Y se piensa en un nuevo puerto en Río Grande, necesario para la industria electrónica y pesquera», amplió Melella.
Fuente: La Arena
