Especialistas en temas tributarios afirman que terminar con este tributo no es una tarea sencilla. El impuesto a los créditos y débitos bancarios representó 7,3% del total de la recaudación el año pasado.
Se trata de un tributo estrella que, de mantenerse, podría aportar tanto como 1,8% del PIB en el año. Salvo, claro está, que el Gobierno esté pensando en levantar el cepo pero manteniendo el impuesto P.A.I.S.
Al respecto, Alejandro “Topo” Rodríguez, exdiputado (alineado con el massismo) y Director del Instituto Consenso Federal, señaló que “el Gobierno aumentó brutalmente la presión tributaria para el Impuesto PAÍS, cuya recaudación llegó a u$s1.211 millones en el primer bimestre de 2024”.
El presidente Javier Milei dijo a su entorno que “eliminaré todo lo que pueda (en materia de impuestos) en tanto y en cuanto no me rompa el equilibrio fiscal”, porque “el déficit cero no se negocia”.
En fuentes del Ministerio de Economía sostienen que “permanentemente estamos analizando cómo reducir la presión tributaria”. Coinciden con el objetivo de bajar impuestos y “esperan lograrlo lo antes posible”, pero advierten que “el objetivo principal a corto plazo es eliminar el déficit”.
En tanto, entre los profesionales en ciencias económicas se comenta que existe un camino intermedio, consistente en ampliar a todas las empresas la posibilidad de utilizar como pago a cuenta el impuesto al cheque. En la actualidad el tributo puede ser descontado en una escala que varía según el tamaño de la empresa (el 100% para las más pequeñas y 34% para las grandes).
Fuente Ámbito