Tasa negativa para el plazo fijo: la estrategia del BCRA
«El Gobierno mantiene su estrategia de 110% de tasa para el plazo fijo y 100% de política monetaria con el objetivo de licuar el stock de pasivos remunerados. Esta decisión responde a que no están logrando colocar, por el momento, los Bonos Bopreal en suficiente cantidad como para absorber los pesos remunerados», explica a este medio el analista económico Salvador Di Stefano.
Así, para Sigaut Gravina, la estrategia para licuar esos pasivos es que la tasa de los pasivos sea menor que la inflación. Y, en la misma línea, la economista de Eco Go, Rocío Bisang, espera «que la tasa se mantenga en estos niveles un tiempo mas«.
Señala que la estrategia del Gobierno para frenar la inflación parece ser reducir lo más posible la emisión. En ese sentido, advierte que «uno de los principales factores que contribuyen a la expansión de la base monetaria son los intereses de los pasivos remunerados».
«Las tasas negativas funcionan, en un contexto donde, por el cepo y poco lugar para ubicar los pesos, como una forma de licuar los pasivos remunerados», explica Bisang.
En consecuencia, tal como plantea el economista Christian Buteler, lo que pasa «no es que se han quedado cortos con las tasasen un contexto de aceleración de la inflación, sino que, en medio de una fuerte indexación de la economía, que tenían previsto que sucedería, decidieron licuar los ahorros de la gente a través de la baja de tasas».
Y considera que «es una política equivocada porque puede presionar al alza al dólar en algún momento, y una manera de estafar al ahorrista que tiene pesos en un plazo fijo».
Plazo fijo: lo que viene
Con todo, Di Stefano advierte que, cuanto más la gente se quede colocada en plazo fijo, más plata va a perder, ya que anticipa que «la inflación de enero estará, seguramente, en el mismo nivel que en diciembre» y las tasas pareciera que no se van a mover por algún tiempo más.
Explica que, con esta estrategia, el Gobierno logró bajar fuerte los pasivos monetarios desde que asumió Javier Milei al día de hoy medidos en dólares. Para él, la actual gestión encaró una primera etapa de licuación para ir luego, a partir de marzo o abril, hacia un plan de estabilización.
Sigaut Gravina coincide en que «el Gobierno va a mantener esta estrategia en la medida en que no se observen límites«. ¿Cuáles pueden ser esas limitaciones? «Que la demanda de dólares crezca, que se empiecen a ensanchar las brechas«.
La tasa por el piso, un arma de doble filo
«Por un lado, se busca los pesos no vayan al dólar, pero, por otro, la tasa tan baja empuja a dolarizarse, teniendo en cuenta que plazos y dólar no son los únicos instrumentos de cobertura, pero sí, los más ampliamente utilizados», aporta Ferrari.
Sucede que, tal como plantea Buteler, teniendo en cuenta nuestra idiosincrasia, es probable que los ahorristas, sin refugio contra la inflación y la devaluación, decidan, en algún momento, correr hacia el dólar y las brechas con los tipos de cambio paralelos terminen por las nubes. Pero confía en que, con el acuerdo con el Fondo Monetario (FMI), que implica un desembolso de dólares, ayudará a contrarrestar el recalentamiento que se vio en el último tiempo en el mercado cambiario.
En ese contexto, a Sigaut Gravina le preocupa que el mensaje del Gobierno sea «que todo el que ahorra en pesos que va a perder de forma significativa, lo que no es bueno, más allá de que el BCRA está logrando bajar los pasivos».